Banda postiza

Si bien Flaco Jiménez es al tex mex y la música norteña lo que Chuck Berry al rock and roll, el acordeonista nacido en San Antonio (Tejas) y premiado con varios grammys parece haber copiado también el método laboral del mítico rockero. Es decir: llegas a un continente, alquilas una banda local que tenga cierto dominio sobre tu repertorio, y a volar. De tal manera que los Max Tax Bandits son en realidad ¡holandeses! En fin, barato sí le habrá salido pero sus admiradores, que son legiones en todo el mundo, igual se merecen verle con una banda que no sea postiza.

Y eso que el repertorio ofrecido en Madrid no era del todo malo, aunque se colaran ciertas aberraciones, como La felicidad, de Palito Ortega en clave fronteriza... Abundaron las versiones: el Love me do de los Beatles, grabado en su último disco, Sleepytown; Ay no digas, que en su día popularizó Chris Montez, o Volver, volver, legendario tema con el que gran parte de los músicos del sur de Tejas gustan cerrar sus conciertos.

El ambiente de baile de verbena dominó sobre la sala, medio llena debido a que la estrella dio plantón a todos los medios de comunicación españoles; y esto fue verdaderamente una pena, porque Flaco posee gran número de seguidores en España. Fans a los que les encantaría enterarse de que Jiménez está de gira por nuestro país. Habrá, en fin, que esperar a otra ocasión más propicia para verle en unas mejores condiciones.