Miguel Hernández
Las palabras de Vicente Aleixandre sobre Miguel Hernández transcritas por José Luis Ferris en su reciente biografía del poeta son el punto final y zénit de la emoción y la rabia contenidas en las últimas páginas del libro, donde se patentizan toda la hipocresía de la que la Iglesia es capaz, en este caso a través del Vicario General D. Luis Almarcha, y la tiránica prepotencia del régimen franquista (el 'general, más general, generalísimo', comía picatostes mientras ratificaba las sentencias de muerte).
El trabajo de investigación expuesto mediante la prosa de este filólogo, excelente escritor que ha demostrado su valía en todos los géneros, revela una incuestionable objetividad tras la que no se esconde el subjetivismo de quien defiende los bellos y grandiosos ideales que situó a la mayor parte de intelectualidad española en las filas de nuestra Segunda República.
En sus versos el poeta oriolano decía llamarse barro, mas era el suyo de ése rarísimo con el que se moldea la integridad de personajes tan escasos en la Historia de la Humanidad como Sócrates o Tomás Moro, el de quienes anteponen sus principios a su vida. Narra Ferris en esta elegía cómo fue enterrado Hernández con los ojos abiertos porque su propia naturaleza impidió se los cerraran, sirva su eterna mirada para desviar la de cuantos, como D. Luis Almarcha, no son capaces de sostenerla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.