El antisemitismo excusa
Según Pilar Rahola, las informaciones que atienden prioritariamente los excesos de Israel son sectarias y antisemitas. Pero no está claro qué calidad informativa se puede reivindicar desde la negación de la asimetría en la relación entre un pueblo de ocupados sin derechos y un ocu-pante que usa sin contemplaciones su capacidad bélica contra cientos de miles de civiles, los humilla con matanzas y los deja sin medios de subsistencia. Supone vaciar de todo sentido moral la crítica antirracista si el fin es bloquear el reflejo mediático de crímenes rayanos en el genocidio. Rahola sí utiliza el antisemitismo como excusa para reequilibrar el tratamiento informativo. ¿Se atrevería a hacer lo mismo con las informaciones que hablan de los nazis como verdugos y de los judíos europeos como víctimas? ¿O nos quiere decir que bueno es el crimen si el verdugo es semita y malo es si semita es la víctima? La utilización del antisemitismo para camuflar los excesos del terrorismo de estado muestra una grave incapacidad para diferenciar entre verdugos y víctimas, en función de una moral antirracista aprendida pero no comprendida. Desde luego es compatible con la crítica a Israel la condena del terrorismo palestino contra los israelíes, el dato informativo probablemente más manejado en el mundo occidental por delante de las coyunturas anímicas de los presidentes de EE UU. Resulta enigmática la posición de reivindicar la independencia de Cataluña cuando no se sabe discriminar entre Estado y tierra ocupada, entre poder agresor y población agredida.
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