Vecinos de Rabasa reclaman que los conductos de gas se alejen de sus casas

Alrededor de medio millar de vecinos de los barrios alicantinos de Rabasa y Divina Pastora se concentraron ayer para exigir que se alejen las conducciones del gas que atraviesan el subsuelo de sus zonas residenciales, después de que la rotura fortuita de una de las conducciones originara un escape que obligó a desalojar del barrio a medio centenar de personas.

La protesta se inició a las 12.00 horas en el Camino Fondo de Piqueres, lugar donde el pasado 22 de marzo se produjo una fuga provocada por una máquina excavadora que realizaba trabajos en la zona. El accidente dejó sin suministro de gas a toda la ciudad de Alicante durante cerca de 12 horas.

Un portavoz de la asociación de vecinos de Rabasa indicó a Efe que pedirán a la Fiscalía que mantenga abiertas las diligencias sobre la fuga de gas, con el fin de que puedan depurarse las responsabilidades oportunas. Tras el accidente, miembros de la asociación de vecinos de Rabasa interpusieron una denuncia en la Fiscalía de la Audiencia de Alicante.

El portavoz vecinal consideró que las tuberías del gas que atraviesan los barrios de Rabasa y Divina Pastora carecen de los mecanismos de seguridad apropiados, debido a que no están recubiertos de una capa de hormigón y no se hallan a una profundidad suficiente.

La Fiscalía de la Audiencia de Alicante y el Ayuntamiento de la capital han anunciado que investigan las causas que rodearon este suceso, que no causó daños personales. Enagás, la compañía responsable del gasoducto, ha reiterado que las conducciones cumplen con todas las medidas de seguridad exigibles, y achaca el escape de gas a causas fortuitas e imprevisibles.

El Consistorio alicantino, por su lado, ya ha encargado un informe para determinar si los conductos de gas que atraviesan los barrios son seguros. Cuando el Ayuntamiento concedió los permisos para construir el gasoducto, hace ya cinco años, no apreció deficiencias en las instalaciones.