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Ibarretxe dice que el metro integra a la Margen Izquierda en el futuro

Protestas por los tres obreros muertos en la construcción de la Línea 2

Pocos minutos después de las 11 horas, la primera unidad atravesó por debajo la ría del Nervión y alcanzó la primera estación de la Margen Izquierda, la de Gurutzeta-Cruces. La unión de las dos márgenes quedó ayer sellada: Getxo y Barakaldo pueden comunicarse en metro.

Pocos minutos después de las 11 horas, la primera unidad atravesó por debajo la ría del Nervión y alcanzó la primera estación de la Margen Izquierda, la de Gurutzeta-Cruces. La unión de las dos márgenes quedó ayer sellada: Getxo y Barakaldo pueden comunicarse en metro. Cerca de 400 invitados fueron los privilegiados en el estreno de la Línea 2 del suburbano, que a partir de las 15 horas estuvo ya abierto a todo el público. 'Hace diez años no era más que un sueño. Se ha demostrado que, si hacemos las cosas bien, los sueños se convierten en realidad', afirmó más tarde el lehendakari Juan José Ibarretxe, quien presidió los actos de inauguración.

Fueron más de dos horas de protocolo, porque se dispusieron actividades variadas en cuatro de las cinco nuevas estaciones: recitales musicales, gaiteiros, folkore vasco. Entre los 400 invitados, uno de los más solicitados fue Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de la constructora ACS, empresa que ha participado en las obras de la nueva línea. Pérez e Ibarretxe departieron durante unos instantes en la parada en la estación de Cruces.

También hubo protestas, como la de una veintena de vecinos encartelados junto a la estación de Urbinaga -la única al aire libre, levantada sobre un viaducto, donde termina ahora la línea- debido a la falta de accesos de la terminal. Y es que Urbinaga, al ubicarse en las afueras de Sestao, dependía de la conexión con la línea de Renfe, que no se ha acometido por los problemas legales para derribar una vivienda declarada en ruina. 'Los inquilinos han recurrido la sentencia que les obligaba a irse y hay que esperar a la decisión de los tribunales. Antes de un año no habrá conexión', señaló un responsable de Imebisa, la empresa dependiente del Gobierno que gestiona las obras del metro.

Por eso, aunque el metro llaga desde ayer a la Margen Izquierda, sólo Barakaldo se beneficia de un proyecto iniciado hace cinco años y que ha costado 280 millones de euros, incluyendo la adquisición de 13 trenes que por sí mismos han supuesto 82 millones. Sólo en equipamiento, se han gastado 35,6 millones de euros, destinados, entre otras finalidades, a los 25 kilómetros de cable de fibra óptica, las 102 cámaras de seguridad instaladas (17 de ellas sólo en la estación de Urbinaga) y los más de 100 teléfonos e interfonos de comunicación.

Los discursos oficiales glosaron la importancia de este transporte. 'Estamos consolidando un área metropolitana que sea cada vez menos dependiente del uso del automóvil', dijo el diputado general vizcaíno, Josu Bergara. El objetivo es romper el modelo actual de la movilidad en Barakaldo, donde el 49% es en el vehículo privado y el 51% en transporte público, y absorber gran parte del medio millón de desplazamientos diarios que en el área de Barakaldo se realizan ahora a pie, en coche o transporte público.

'Estamos haciendo una contribución al país, pero sobre todo a las personas para que vivan mejor', resaltó el lehendakari Ibarretxe. Los baracaldeses lo pueden comprobar gratuitamente -se han distribuido 70.000 billetes en los últimos días- desde la tarde de ayer y toda la jornada de hoy.

Mañana será la primera prueba real de la ampliación de la línea, que obligará al paso de trenes cada 2,5 minutos. 'No vamos a poder esperar como ahora a los pasajeros que se retrasen', señaló ayer un responsable del metro.

Ibarretxe destacó la importancia del metro para la Margen Izquierda. 'Hoy podemos decir con orgullo, tras haber pasado muchos años de dificultades en esta tierra, que la Margen Izquierda, donde hemos tenido de alguna manera el corazón de una Euskadi emprendedora, no es pasado. Es sobre todo futuro para los ciudadanos y ciudadanas'. Su discurso acabó con una referencia a la paz, al señalar que 'este metro vasco' tiene todavía tres paradas: 'Deben ser Santurtzi, Basauri [donde acabarán los planes actuales de ampliación] y la paz'.

El lehendakari expresó un 'especial recuerdo' para los tres trabajadores fallecidos durante los cinco años de obras de la Línea 2. Este hecho motivó la manifestación de un centenar de personas en Barakaldo, que denunciaron las 'pésimas condiciones laborales en el sector de la construcción'.

Pese a que la protagonista era la Margen Izquierda, los actos de inauguración finalizaron en la Sociedad Bilbaína, junto a la estación de Abando, lo que provocó un indisimulado malestar entre algunos asistentes. Apelando a su experiencia previa, el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, auguró a los baracaldeses que en quince días 'creerán que llevan 200 años de metro'.

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