BT se centra en la banda ancha

BT, o la miniteleco. La operadora británica ha encarado la crisis centrando sus negocios fuera del Reino Unido en la transmisión de voz y datos por banda ancha a clientes corporativos, y rechazando otros negocios, como la telefonía móvil o el mercado residencial. 'Las operadoras de telecomunicaciones tenderán a fragmentarse', opina Andy Green, presidente de BT Ignite. La compañía dice que seguirá invirtiendo en España, aunque no aclar cuánto.

BT Ignite es el nombre de la compañía dedicada, dentro de BT Group, a los servicios de banda ancha, y también es el nombre que reciben las filiales europeas, ya que, fuera del Reino Unido, BT sólo posee este tipo de negocio.

'Debemos centrarnos en un segmento del mercado; cualquier otra estrategia es financieramente muy arriesgada', dice Green.

La estrategia internacional de la operadora de bandera del Reino Unido es distinta a la de otras competidoras, que tratan de estar en varios frentes -telefonía fija, móvil, Internet...- y en la mayor parte del mundo. En un año negro para las telecos, donde compañías como la holandesa KPN o la francesa FT han presentado los peores resultados de su historia, BT -que presentará sus cuentas en mayo- se ha dedicado a desprenderse de negocios y filiales, entre ellas, la de telefonía móvil, que sacó a Bolsa en noviembre en una 'decisión difícil', explica Green.

BT Group, lastrada por una deuda que alcanzaba los 13.600 millones de libras (unos 22.000 millones de euros) en diciembre de 2001, ha decidido concentrarse en aquello que hace 'mejor', según Green, y éste es el negocio de la banda ancha. 'El mercado de las telecos está despertando de un sueño en el que nos convertíamos en grandes compañías globales, que satisfarían cualquier necesidad de cualquier cliente en cualquier parte del mundo', explica Green. 'Nosotros queremos ser muy buenos en lo que hagamos, y creemos que la mejor manera de hacerlo es centrarnos en un segmento de mercado. Cualquier otra estrategia es, financieramente, demasiado arriesgada', añade.

En España, BT está presente desde 1989 y, siguiendo la teoría, ha abandonado todos los negocios que no están relacionados con la banda ancha, como su participación en la compañía de telefonía móvil Airtel (propiedad ahora de Vodafone). La compañía tiene 700 empleados y provee infraestructuras de banda ancha a las grandes corporaciones españolas, 'entre ellas cinco de las diez mayores empresas del país', concreta Luis Álvarez, consejero delegado de la compañía en España. La filial asegura que nha aumentado este año su cuota de mercado en este negocio del 9% al 13%, y su facturación, de 145 millones de euros a los 185 con los que prevé cerrar este año fiscal.

Esta misma semana, el presidente de BT Group, Bern Verwaayen, advertía de que el grupo recortará costes y unos 18.000 empleos para mejorar su situación financiera -quiere, especialmente, reducir la deuda y aumentar los beneficios-, pero los responsables de BT Ignite aseguran que estas medidas no afectan a España, donde el grupo ha invertido unos 250 millones de euros en los últimos dos años y medio y prevé seguir invirtiendo, aunque no concreta cuánto ni cómo. BT Ignite explica, en todo caso, que las inversiones en España, sobre todo en este momento 'complicado', están ligadas a que exista un 'marco regulatorio positivo', dice Green. Cuatro años después de la teórica liberalización del mercado de las telecomunicaciones, Telefónica mantiene aún el 90% del mercado de la telefonía fija. 'Creo que el regulador ha dado algunos de los pasos necesarios, pero, visto desde fuera de España, creo que el impacto global [de la liberalización] no ha sido muy grande', explica Green. 'Lo que queremos es un entorno intolerante con los abusos de poder', explica.

Para Green, la tendencia de BT a la fragmentación no impide a la compañía ofrecer soluciones globales a sus clientes; es más, cree que la mayor parte de sus competidores telecos harán lo mismo. 'La competencia no va a ser monolítica nunca más', añade.