'Queremos un zoo, señor alcalde'

'¿Cuándo va a poner un zoo en Vitoria, señor alcalde?' Los habituales duelos dialécticos y la acritud que enrarecen con frecuencia el ambiente que respira el salón de plenos del Ayuntamiento de Vitoria se convirtieron ayer en un soplo de aire fresco personalizado en 40 niños que cubrieron los puestos que normalmente ocupan los señores concejales. Y si el alcalde, Alfonso Alonso, que presidió con rigor protocolario la peculiar sesión, creía que el nivel de las cuestiones planteadas y los reproches iban a atenuarse estaba muy equivocado.

'¿Qué piensa hacer para acabar con el terrorismo?', le espetó directamente uno de los improvisados corporativos que llenaban el histórico salón que aún conserva mobiliario del siglo XVIII. Los que traían estos temas al consistorio vitoriano eran un grupo de niños de entre 5 y 13 años que han participado en el denominado programa Buzón Amigo. Se trata de una iniciativa que se puso en marcha a finales del año 2000 por parte del Ayuntamiento en colaboración con Unicef. Desde entonces, un total de 12 buzones instalados en diferentes centros cívicos de la ciudad han recogido 380 quejas y sugerencias procedentes de estos jóvenes referidas a distintos aspectos de la actividad municipal, temas que ayer tuvo que escuchar Alfonso Alonso de boca de sus improvisados interlocutores. 'En este tema la esperanza para que las cosas cambien sois vosotros. Nosotros hacemos lo que podemos', respondía un sorprendido primer edil.

La sesión se había iniciado con una explicación didáctica sobre el lugar en que se encontraban sentados y las atribuciones que tiene un pleno municipal. 'Ser alcalde es como ser delegado de clase', intentaba resumir Alonso. Mientras 28 niños se sentaban en los asientos que habitualmente ocupan los grupos políticos, once más integraban el espacio destinado al turno popular y el resto ocupaban los lugares de los antiguos traductores, de la secretaria general y del interventor. Las cuestiones se sucedían y afectaban a los aspectos más próximos a los portavoces. 'Han quitado unos columpios que hay cerca de mi colegio', señalaba una de las concejalas sentada en los bancos correspondientes habitualmente a Batasuna. '¿Qué hacéis en el Ayuntamiento cuando tenéis el tiempo libre?', insistía un pequeño corporativo, ubicado esta vez en la zona del Partido Popular.

Las explicaciones del mandatario municipal eran atendidas con cierto alejamiento, ya que la verdadera noticia para ellos era comprobar el funcionamiento del sistema de micrófonos. Por eso, ante la pregunta de Asier, de unos diez años, sobre la inexistencia de un campo de fútbol en su barrio, Alonso decidió someter el tema votación entre los pequeños concejales para concitar su interés. 'Votos a favor, votos en contra, abstenciones ... queda rechazada la propuesta', indicó el primer edil vitoriano. 'Esto es lo que suele pasar en los plenos. Es muy difícil poner a todo el mundo de acuerdo'.