El servicio interurbano quedó paralizado al 100%
Los servicios mínimos volvieron a incumplirse ayer, sexta jornada de huelga en el sector del transporte de viajeros por carretera, y los usuarios de las líneas de autobuses interurbanos se quedaron de nuevo sin transporte público. Las compañías que conectan la capital y los municipios cercanos (las empresas Martín en Leganés, De Blas en Alcorcón, Autobuses Urbanos del Sur en Getafe, Bernalcar en Algete o Interbus en San Sebastián de los Reyes) no llegaron a sacar sus autobuses de las cocheras, salvo algunas excepciones como la de la empresa Julián de Castro, que tuvo que suspender los viajes en Galapagar, Torrelodones y Colmenarejo tras ser apedreados dos de sus autocares.
En el barrio de La Fortuna, en Leganés, la junta de distrito intentó lograr un acuerdo para que la empresa Martín pusiera a disposición de los usuarios al menos 10 autobuses en hora punta. 'No hemos llegado a un acuerdo porque, aunque quisiéramos, no tenemos conductores', aseguraba ayer el director gerente de la empresa, Alberto Egido.
Largo recorrido
No sólo los pueblos de la periferia de Madrid se vieron perjudicados por la huelga. Cientos de pueblos de distintas regiones quedaron sin comunicaciones con la capital de España. Los autobuses de cinco empresas que sí prestaron servicio el lunes, aunque de forma irregular, no fletaron ningún vehículos durante el día de ayer.
Además de Auto Res, que ya suspendió sus servicios el lunes, las empresas Suroeste (con destino a pueblos de Extremadura), Cevesa (localidades de Ávila y Toledo), El Gato (pueblos de Toledo), AISA (pueblos de Albacete, Guadalajara, Ciudad Real y Toledo) y Linecar (pueblos de Segovia, Soria y Valladolid), todas con origen y destino en la estación Sur, informaban a sus clientes de que no saldría ningún autobús en todo el día.
El resto de las empresas consiguieron cubrir parte de la demanda, e incluso algunas lograron prestar servicio con normalidad.
Como en anteriores días de huelga, los ciudadanos tuvieron que buscarse medios de transporte alternativos. Renfe volvió a registrar un aumento del número de viajeros, que se notó sobre todo en los transportes de cercanías.
Como medida preventiva, se instaló un tren en cada estación de cabecera de las líneas de cercanías por si se necesitaba para responder a la alta demanda de usuarios. Renfe registró un aumento de viajeros del 20%, especialmente en la zona del Corredor del Henares y en Móstoles. Los transportes de largo recorrido también sufrieron un incremento de usuarios, aunque menor: una media del 8%.
