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Entrevista:LUIS SERRANO | Biólogo

'Podremos diseñar organismos, con los inconvenientes éticos que implica'

Luis Serrano, de 42 años, forma parte de la aún nueva en Europa -y novísima en España- clase de científicos que además son empresarios. Como investigador, es uno de los pioneros en el área que en su opinión generará 'la próxima revolución ética de la biología', porque su objetivo es desarrollar artificialmente organismos nuevos con una función definida. Lleva 10 años en el prestigioso Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), en Alemania, donde aún permanecerá año y medio a la cabeza de un grupo de 13 personas. Después volverá a España, a dirigir uno de los programas del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), tarea a la que ya dedica la cuarta parte de su tiempo. Como empresario ha participado en la creación de tres empresas de biotecnología (una en España) y es asesor de otras dos.

'No se puede tirar el dinero con científicos que no publican nada en 4 o 5 años'
'Se ha cambiado ya el metabolismo de la 'E.coli' rediseñando las redes de genes'

Pregunta. ¿Cómo fue seleccionado para el CNIO?

Respuesta. Mariano Barbacid contactó conmigo, pero no fue a dedo. El proceso fue como el del EMBL. Hubo un anuncio en revistas internacionales y un comité científico internacional dio el visto bueno a mi currículo. Si hubieran dicho que no, yo no hubiera sido seleccionado. Ahora bien, el comité sí puede proponer varios nombres, y entonces el director escoge.

P. ¿Cómo será su programa en el CNIO?

R. Es el programa de Biología Estructural y Biocomputación. Por el momento lo componen cuatro grupos, que son autónomos; mi tarea es coordinar.

P. ¿Selecciona a los jefes de grupo con la misma fórmula?

R. Sí. Se les hace un contrato laboral indefinido, pero habrá una revisión cada 4 o 5 años, y si es mala, se despide y se indemniza por el tiempo trabajado.

P. ¿Es así también en el EMBL?

R. No exactamente. A los científicos jóvenes se les contrata por cinco años y, si superan, una revisión por cuatro más; después se tienen que ir, sin más. Es la norma. Puede haber como mucho tres investigadores senior por programa; el resto se va, con la secretaria y todo, a menos que un panel internacional les recomiende para senior. Esto se aplica a todo el personal, desde secretarias al director. En Cold Spring Harbor es parecido.

P. ¿No son los científicos demasiado exigentes, desde el punto de vista laboral, pidiendo evaluaciones que si son negativas implican un despido?

R. A un científico le pagan por hacer ciencia, y no se puede tirar el dinero en personas que no publican nada en cuatro o cinco años. Eso no quita que a partir de un cierto número de años se creen puestos fijos.

P. ¿Existe ahora este problema en España?

R. Hace años se hizo la evaluación del CSIC para pedir quinquenios y sexenios y muchos no los pidieron porque no tenían publicaciones que presentar. Lo que no quita que haya gente buenísima en España.

P. Usted trabaja en estructura de proteínas. ¿Cuál es la relación con el cáncer?

R. Para entender cómo una mutación en una proteína genera un tumor hay que conocer su estructura; luego se puede pensar en desarrollar fármacos que interactúan con esa proteína. Pero en el programa cubrimos muchos aspectos. Por ejemplo con resonancia magnética nuclear se pueden probar nuevos fármacos de forma muy sencilla: estudiando el espectro de muchos compuestos se puede ver si alguno se está efectivamente uniendo a la proteína. Y con biocomputación se pueden hacer estudios de genomas, de mutaciones que predisponen al cáncer en la población...

P. ¿Qué es lo que hará su grupo en concreto?

R. Tenemos dos líneas. Una es coger todas las mutaciones conocidas de las proteínas humanas, modelar todas las posiciones posibles de los aminoácidos y ver cuáles de estas mutaciones alteran la función de la proteína. Así, en el futuro, si alguien va al médico y le hacen un análisis de genoma y le encuentran una mutación en tal y cual proteína, el ordenador podrá decir si supone un riesgo o no. La otra línea se llama biología de sistemas. La idea es entender de forma cuantitativa un proceso biológico. No basta con decir con qué interacciona tal o cual proteína, sino de saber, además, qué hace el sistema si se sintetiza un 10% más de esa proteína. Se trata de predecir el funcionamiento de una célula entera.

P. ¿Cómo pueden hacer eso?

R. Construimos artificialmente redes de genes e intentamos predecir el resultado. Por ejemplo, si se ponen tres genes de forma que uno inhibe al siguiente, y ése al siguiente, y ése al primero, lo que se obtiene es un ritmo circadiano; la cantidad de proteína que se sintetiza sube, luego baja, luego sube... como en un ritmo día-noche. Es un resultado no predecible a priori. Se trata de entender las interacciones entre diferentes proteínas, para predecir cómo se va a comportar el sistema. La biología de sistemas conduce a diseñar organismos nuevos, con todos los inconvenientes éticos que ello implique, porque si se entiende cómo funciona una célula se puede diseñar una. Es como un ordenador. Si se ve un solo transistor no se entiende nada, si se ve un solo gen tampoco. Hay que ver cómo hablan entre ellos.

P. ¿Es un campo en auge?

R. Es la próxima revolución en biología. Desde hace tres años hay mucha gente construyendo pequeñas redes de genes, prediciendo cómo se va a comportar el sistema. Hay problemas de tipo matemático, técnico... estamos aún a un nivel muy primitivo.

P. ¿Pero se puede hacer una célula con material genético construido del todo artificialmente?

R. Se han hecho estudios y harían falta como mínimo 400 genes.

P. ¿De quién fue la idea de construir sistemas así?

R. Los primeros tres trabajos sobre esto salieron a la vez. Uno fue el nuestro, hace tres años. Pero ahora hay mucha gente. En Japón están haciendo un sistema informático para simular una célula entera. Alemania ha invertido también mucho dinero en biología de sistemas y se quiere que el VI Programa Marco financie este tipo de investigación. En España lo haremos dentro de cuatro años, siguiendo la norma. Estamos empezando ahora a hacer genómica y proteómica...

P. Se trata de crear organismos nuevos, no ya de transgénicos. Como coger letras sueltas y juntarlas como se quiera. Suena muy polémico.

R. Sí. Le estoy diciendo cuál va a ser el siguiente problema ético en los próximos 5 o 10 años. Va a caer, es inevitable. Cuando empecemos a entender cómo funciona un sistema se podrá rediseñar. Tampoco es tan.... de hecho se ha cambiado ya el metabolismo de la bacteria E.coli así, rediseñando con una computadora las redes de genes. No hay razón para que no se pueda hacer con mamíferos. Es algo que vendrá, con sus cosas buenas y sus cosas malas.

P. ¿Es ya común que los biólogos tengan empresas?

R. Que se saque un sueldo extra haciendo consultoría no es raro. Lo raro en Estados Unidos es el científico que no está involucrado en alguna empresa. Y en Europa empieza a ser lo mismo. En España la cosa está cambiando, y ya hay varios científicos que han creado empresas en este campo.

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