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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Idiomas

Soy un alumno engañado por la escuela de idiomas Wall Street Institute, que no cumple lo que promete y que utiliza sus sistemas de financiación a través de entidades bancarias como arma para atar a sus alumnos.

Firmé un curso para perfeccionar mi inglés con el centro que tiene en Leganés, donde resido. Mi intención era contratar un curso corto, de tres o cuatro meses, pero el más breve que podían ofrecerme era de seis meses; y es que cuanto más largo sea el curso, lógica y legítimamente, más dinero ganan. Lo que no me parece tan legítimo es que se sirvan de las entidades financieras para obligarte a firmar un crédito bajo unas condiciones que luego, al menos en mi caso, incumplen. El hecho es que cuando sales de un centro con un curso bajo el brazo sales, además, con un crédito que irremisiblemente tendrás que pagar, en mi caso 836,61 euros (139.200 pesetas).

Dentro de su compromiso de satisfacción, el alumno tiene derecho al desistimiento anticipado, siempre y cuando se comunique 'con un preaviso de un mes a la fecha de terminación de uno cualesquiera de los trimestres contratados'. Dado que yo solicité este desistimiento fuera de sus plazos trimestrales, la realidad te ata a permanecer tres meses más pagando un curso al que ya no asistes, tal cual fue mi caso.

De nada, y aquí está lo más grave del asunto, me sirvió una carta firmada por el director del citado centro, don Roberto Vasco, el día de mi contratación del curso, la cual comprometía al Institute a anular y revocar mi financiación, suscrita con la única condición de que yo solicitara ese desistimiento con una antelación de 30 días. El problema se convierte en fraude de ley cuando los responsables de dicho centro desoyen e incumplen sus propios escritos que modifican las cláusulas generales.

Unas cláusulas que ya de por sí considero que son abusivas y engañosas y que sólo tienen por objeto prolongar y firmar cursos largos en su duración para conseguir que un curso de inglés se convierta en una financiación más propia de la adquisición de un coche o una casa.

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