'Conocí al Dalai Lama antes que al Papa, gracias a un kiosquero teósofo'
Tuve la suerte de conocer al Persa, a través de Tomás March, hace ya más de veinte años. Entonces le entrevisté subido en una moto. Ahora lo reencuentro en Internet (elpersa@ctv.es) gracias a sus ilustraciones para el Calendari dels Brillants, un almanaque editado por boticarios y lletraferits de La Marina, donde ahora vive. José Cardona López, El Persa, (Valencia, 1943) tiene a sus espaldas una extensa obra como ilustrador gráfico, como dibujante y como autor de tebeos, de cromos y de recortables. Sólo en esta última disciplina ha hecho alrededor de 350 obras, de las cuales más de un centenar son edificios públicos.
Pregunta. ¿Qué significan para usted la araña y la serpiente?
P. ¿Persa, cómo ve el futuro? R. Como decía aquel cocinero que trabajaba en el fogón, muy oscuro
Respuesta. Un fascinante conjunto de imágenes con un simbolismo muy rico: se trata de una tríada, la araña, la telaraña y la serpiente. Cualquier situación o configuración de la realidad permite ser interpretada en función de estos tópicos. Es un ejercicio que me atrevo a proponer.
P. ¿Y ahora con la gran telaraña de Internet, qué representan?
R. Internet, como telaraña, o como red, da poco de sí: es una red que se va haciendo a sí misma y cuyo dibujo no encierra aún demasiadas sorpresas. Mucho más interesante me parece el cañamazo sobre el que descansa esa maraña.
P. ¿Y qué hay ahí?
R. El cañamazo que sostiene Internet es una red más sutil (de intereses multinacionales) sobre la que permiten que se configure el bordado quasi decorativo que son la mayoría de las existencias humanas. Una parte ínfima de este bordado está ocupada por Internet.
P. ¿Qué tipo de cómic hace ahora?
R. El cómic es un lenguaje muy específico, muy interrelacionado con la literatura y el cine. Es silencioso como un buen libro y permite una lectura diacrónica sobre la base de unidades sincrónicas (cada una de las viñetas). Estoy imbuido en una trilogía sobre obras de Jules Verne. Ya he publicado El Rayo Verde y ahora estoy trabajando con el Viaje al Centro de La Tierra. Me tomo muchas libertades pero en el fondo soy muy fiel al autor.
P. Esto le pasa por haber crecido junto a un kiosco.
R. Sí, era una paraeta de compra-venta-cambio de tebeos y de aquellas novelas de Lafuente Estefanía y Corín Tellado, que entonces eran auténticos best-sellers. Su propietario era un teósofo: gracias a él supe antes de la existencia del Dalai Lama que de la del Papa, que es mucho decir en la España de aquellos tiempos. A aquel buen amigo debo mucho y a su vitrina cúbica, repleta de colecciones de tebeos y novelas de leer y cambiar, también.
P. Un libro determinante en su vida fueron las Lecciones de cosas.
R. De todos los libros escolares que utilicé, los atlas y Lecciones de Cosas eran mi favoritos. Como su nombre indica, Lecciones de Cosas contenía informaciones, fragmentarias y en orden aleatorio, de aspectos de la realidad. 'La velocidad' 'Las nubes', 'La navegación' 'Los astros', eran los títulos de los distintos capítulos, que siempre daban una información coherente, sospechosa. A veces pienso que nuestra imagen del universo no va mucho más lejos de la que nos ofrecían aquellos libritos sabelotodo.
P. Leo en uno de sus cómics: 'no siempre llueve en el pasado', ¿por qué la lluvia es tan poética en la memoria?
R. Ejerzo con pocos escrúpulos y gran seriedad el collage literario. La frase 'siempre llueve en el pasado' es de Borges y está ahí para que el lector se haga esa clase de preguntas.
P. Su mascarilla masticadora Bowerbrau causó un gran revuelo entre ejecutivos y modernos, recuerdo que uno de mis tíos, adicto al trabajo, creyendo que iba en serio, quería comprarse una para no perder tanto tiempo comiendo.
P. Fue un experimento curioso, de la Mascarilla Masticadora no existía más que un libro de instrucciones que publiqué en 1980. Adquirió un renombre sorprendente y ciertos sectores de la sociedad dieron por hecho el ingenio y tuvieron respuestas muy activas. Recibí visitas de altos cargos de empresas distribuidoras de electrodomésticos y de agencias de publicidad. También algunas quejas de médicos indignados. Por aquel entonces la letra impresa aún gozaba de cierta reputación, pienso hoy.
P. ¿Qué fue lo primero que pensó cuando volaron la torres gemelas?
R. Esto está sucediendo ahora y es verdad.
P. ¿Los reyes siempre son los papás?
R. Sí. Pero los papás no siempre son los reyes.
P. Un Persa, capaz de ilustrar algo tan mágico como El calendari dels brillants seguro que es capaz de hacer alguna predicción sobre el futuro
R. Como decía aquel cocinero que trabajaba en el fogón, el futuro es muy oscuro, el futuro es muy oscuro... Aunque, obviamente, me gustaría equivocarme.
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