Suben los muertos por accidente de tráfico en Barcelona
El 86% de los fallecimientos se producen en cruces en los que hay un semáforo operativo
El tráfico barcelonés se cobró el pasado año 59 muertos, cuatro más que en 2000. Una cifra 'aleatoria', dijo la concejal responsable del área, Carme San Miguel, quien no dio el número de heridos, aunque son, dijo, 'unos 12.000', y añadió: 'Suponemos que ha bajado el 4%'. Los datos fueron aportados en la tercera sesión plenaria del pacto de movilidad. La mayoría de las intervenciones fueron para felicitar a los integrantes del pacto y del Ayuntamiento por las mejoras. Los muertos pasaron a segundo plano.
Los datos son contundentes: suben los fallecidos un 7,4% (de 54 a 59) y, sobre todo: el 86% de las muertes se producen en cruces con semáforo activo, pese a que en porcentaje sobre el total de accidentes éstos sólo representen el 71%. Es decir, que este tipo de choque es el más grave.
Desobedecer la luz roja se ha convertido en la primera causa de accidente mortal y en la segunda en casos de accidentes con heridos. La segunda causa de colisión mortal es el exceso de velocidad. Los motoristas son el colectivo que sale peor parado: el 42% de los muertos y el 52% de los heridos viajaban en moto. El segundo grupo damnificado son los peatones: lo eran el 30% de los muertos y el 20% de los heridos.
Y un hecho que se debe tener en cuenta: el 90% de los usuarios de coches que murieron en accidente no utilizaba el cinturón de seguridad.
Menos atasacos
La velocidad media ha aumentado y se sitúa en 20,2 kilómetros por hora, con un incremento del 5%, lo cual significa que hay menos atascos. Las vías transversales siguen siendo más rápidas que las perpendiculares al mar. En las primeras, que además han perdido intensidad de tráfico, la velocidad media es de 23 kilómetros por hora, mientras que en las segundas, buena parte de las cuales han ganado intensidad, la velocidad media cae a 16 kilómetros por hora. En el caso de las ronda, en ambas sube la velocidad media: 2,8% de incremento en la ronda de Dalt, que alcanza una media de 60,4 kilómetros por hora, y 0,1% en la ronda Litoral, cuya velocidad media es de 57,4 kilómetros por hora.
La reunión de ayer del pacto de movilidad, la tercera desde su fundación, sirvió para dar a conocer estos datos y también para que algunos de los asistentes (los más) expresaran su satisfacción por la labor realizada en el último año y otros presentaran sus quejas o leyeran una especie de carta a los Reyes Magos.
Entre las incorporaciones estaba la asociación Defensa del Motociclista, cuyo representante empezó diciendo que los motoristas no son tan malos como se les pinta. Poco antes, además de los datos de siniestralidad, el propio alcalde, Joan Clos, había asumido una petición de mano dura contra los ruidos de las motos recordando que la mitad de las inspeccionadas por la Guardia Urbana en la última campaña estaban fuera de norma.
El representante de los motoristas aseguró que su asociación está contra quienes arrancan con el semáforo en rojo, contra los ruidos y contra quienes circulan por las aceras, pero sostuvo que la moto es la gran solución a los problemas de tráfico, y aprovechó para pedir un carril exclusivo para las motocicletas.
La intervención más reivindicativa fue la de la Federación de Asociaciones de Vecinos: empezó reclamando un carril para autobuses en la A-18, y continuó pidiendo incrementos de frecuencias en los ferrocarriles de cercanías y en los autobuses, y prolongación de los horarios de metro en las líneas 1 y 4 (las obras que encargó el Gobierno catalán no han terminado aún); rechazando el túnel de Horta y hasta pidiendo reformas en el urbanismo y en las calificaciones de terrenos. El especialista en tráfico Ole Thorson aprovechó para reclamar respeto para el carril reservado para autobuses, ocupados permanentemente por vehículos que realizan la carga y descarga. Thorson se refirió a estos carriles como 'caos', siglas de 'carriles de alta ocupación'.
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