Rivalidad Madrid-Barcelona

El presidente de la Comunidad de Madrid ha decidido reclamar a la Generalitat 33 millones de euros que Terra-Lycos pagó en su día a la Administración catalana por una ampliación de capital sujeta al impuesto de transmisiones patrimoniales, cedido a las comunidades autónomas.

La polémica está servida y los más radicales encuentran un motivo más para fomentar la manida rivalidad entre Madrid y Cataluña.

Con buen criterio, el consejero catalán de Economía, Francesc Homs, instó a Hacienda a cerrar este conflicto, y es que, al margen de los criterios objetivos y de si el domicilio de la empresa Terra está ubicado en una localidad u otra, el caso es que los ciudadanos de ambas comunidades estamos ya hartos de que asuntos de este tipo contribuyan a enturbiar la buena relación que debe imperar entre ambas ciudades.

Unas veces se utiliza como excusa el fútbol; otras veces, las pasarelas de moda, y otras, como es este caso, una supuesta deuda reclamada a golpe de pataleta por el señor don Alberto Ruiz-Gallardón.

Como ciudadano de la Comunidad de Madrid, me gustaría decirle al señor Francesc Homs que, si procede, me gustaría condonar la parte alícuota de la supuesta deuda que nos corresponde a mi familia y a mí, que prefiero que mis gobernantes dediquen su tiempo a gestionar con eficacia ambas comunidades y a fomentar la cooperación entre ellas que a perder el tiempo reclamándose dineros.