El maquinista del Catalunya Express dice que tenía el semáforo en verde

El Ayuntamiento de Torredembarra ha pedido al Ministerio de Fomento que realice las tareas oportunas para que los trenes Euromed dejen de cruzar por el centro de la población y pasen a utilizar la vía del AVE (cuyo trazado discurre por el interior). Actualmente los trenes comparten las vías con los cercanías. El municipio reclama que mientras no esté terminada la nueva vía, el Euromed reduzca la velocidad al cruzar la población. Si esto no fuera posible, el consistorio exige el soterramiento de la vía o su traslado fuera de la población. El alcalde, Miguel Ángel Lecha, se pondrá en contacto con el resto de los municipios costeros afectados por el paso de la vía para consensuar una postura ante el ministerio.

El consistorio se solidarizó ayer en un pleno con las familias de las dos víctimas mortales y con los 142 heridos en el accidente ferroviario del pasado sábado y exigió a Renfe que aumente las medidas de seguridad en el paso de trenes por la población.

Renfe, que prevé que durante la mañana de hoy se restablezca la circulación en el tramo afectado por el accidente, continúa con la investigación del siniestro, de la que ha trascendido que tanto el maquinista como el interventor del Catalunya Express que invadió la vía principal por la que circulaba un Euromed han declarado que vieron el semáforo y las señales del andén en verde.

Renfe dispone desde el pasado domingo por la tarde de las cintas Teloc (que registran los movimientos de a bordo y las señales que reciben los convoyes), por lo que conoce lo sucedido el pasado sábado en Torredembarra. La compañía asegura que no dará una versión oficial hasta dentro de 20 días. Ninguno de los dos maquinistas dio positivo en la prueba de alcoholemia que se les hizo tras el accidente.

La compañía ferroviaria continúa con la investigación y trabaja con tres hipótesis. La primera es el fallo del sistema informático: los dos trenes se encontraron porque ambos tenían sus semáforos en verde. Esto haría verosímiles las declaraciones del maquinista del Catalunya Express y del interventor.

El interventor, además de revisar los billetes, se encarga de dar la salida al maquinista después de comprobar las señales. En este caso y por ser de noche, según el protocolo, debió hacerlo mediante destellos con una linterna. El maquinista, a su vez, comprueba las señales y pone en marcha el tren. Si el semáforo hubiera estado en verde, como afirman, no habría actuado el sistema de frenado automático de emergencia.

La segunda hipótesis es que el fallo se hubiera producido en el Euromed, cosa poco probable porque discurría por la vía principal y era el Catalunya Express el que debía esperar su paso.

La tercera posibilidad sugerida por la dirección de Renfe es la del error humano: el maquinista del regional rebasó el semáforo en rojo. En este caso, se hubiera disparado la baliza de freno automático, situada a unos metros del semáforo y dispuesta para evitar colisiones. Los sindicatos llevan tiempo diciendo que se trata de una distancia excesivamente corta, teniendo en cuenta la inercia de los trenes, de modo que el Catalunya Express terminó por invadir parte del espacio de seguridad y acabó succionado a causa de la velocidad del Euromed.

Para evitar este problema, los sindicatos proponen instalar una baliza previa a unos 200 metros del semáforo. Éste fue precisamente el problema que se produjo en el accidente de dos trenes de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) ocurrido en Sant Vicenç dels Horts en agosto de 2000. Tras la denuncia sindical, la empresa adujo que la primera baliza no estaba exigida por la reglamentación ferroviaria. Ahora está instalada.

En los hospitales de Tarragona, Barcelona, Madrid y Valencia permanecían ayer 32 heridos hospitalizados, uno de ellos en estado muy grave en el Joan XXIII de Tarragona.