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Columna
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Lucia

Primero Pérez Benlloch y después Miquel Alberola han escrito en este mismo periódico sobre el libro de Vicent Comes que, con el título de novela de suspense En el filo de la navaja, ha escrito sobre la densa y tortuosa biografía de Luis Lucia Lucia (1888-1943). Tanto Pérez Benlloch como Alberola, se han ceñido al aspecto político de este personaje, que tuvo en su haber el difícil reto de haber conseguido aglutinar en torno a su figura el único partido de derechas (Derecha Regional Valenciana) de origen y obediencia autóctona, que ha funcionado en lo que hoy es la Comunidad Valenciana, con vocación autonomista y capacidad de influencia real en el resto de España.

Hay un aspecto que no se ha tratado con profundidad, y es que el grupo que encabezó Luis Lucia y que se extendió a Manuel Simó, Luis García Guijarro, José Duato, Ignasi Villalonga, Joaquim Reig y muchos más, fue el primer germen de organización empresarial, moderna y cohesionada, que existió en la Comunidad Valenciana. Corría el año 1927, durante la dictadura de Primo de Rivera, cuando Lucia movilizó a los empresarios valencianos para que crearan la Asociación General de Patronos Católicos. Primero (1929) fue este intento, y después vino el Centro de Estudios Económicos Valencianos que encabezó Romá Perpinyá Grau y con anterioridad, en 1912, el Centro Escolar y Mercantil (CEM) del jesuita José Conejos.

Coincide el año 1927 con la toma del control en el Banco de Valencia de un grupo significado de empresarios que entonces controlaban varias empresas de considerable peso específico: Unión Naval de Levante, Luz y Fuerza de Levante o Compañía Transmediterránea. Al mismo tiempo y coincidiendo con el fin de la primera guerra mundial, se produce la eclosión de algunas empresas que surgen al calor de la agricultura de exportación: Xerri Bonora, Aceiteras Casanova, maderos Vilarrasa, productos químicos y abonos de Antonio Noguera.

Luis Lucia Lucia protagonizó uno de los capítulos de la historia valenciana que ha sido silenciado. En un corto espacio de tiempo, la bibliografía sobre Lucia se ha incrementado con dos nuevos libros que acompañan al trabajo de Comes. Uno de ellos es la reproducción comentada del libro de Lucia, En estas horas de transición, que no es otra cosa que el programa del partido que lideraba Lucia. En él aparece un capítulo extenso sobre las reivindicaciones económicas de la Derecha Regional Valenciana (DRV), que más tarde incorporó a las asociaciones de Alicante y Castellón.

Otro libro, Derecha Regional Valenciana (1930-36) de Rafael Valls, se centra en la figura de Luis Lucia y destaca la celebración y los contenidos de la I Conferencia Económica del País Valenciano organizada por el Centro de Estudios Económicos Valencianos (CEEV) con el apoyo de la mayoría de las instituciones económicas domésticas.

Luis Lucia sigue siendo un desconocido. Ahora, cuando se cumple el 25 aniversario de la refundación de las asociaciones empresariales, puede ser interesante remontarnos a sus inicios y analizar, al mismo tiempo, la ruptura que supuso la guerra civil. Luis Lucia, en este caso, puede servir como hilo conductor de una trayectoria prometedora, y que quedó truncada con unas consecuencias que todavía no se han logrado superar.

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