Seguimiento total de la huelga de autobuses en una jornada con mucha menor demanda

La cuarta jornada de huelga en el sector del transporte por carretera gozó ayer de un seguimiento total, según afirmaron patronal y sindicatos, en un día con mucha menos demanda que el anterior. El paro fue absoluto en las líneas de autobuses que unen los pueblos de la periferia con la capital, y los autocares que partieron a la costa y al norte del país lo hicieron conducidos por chóferes con convenios firmados fuera de la región. El próximo lunes, la patronal se reunirá con los sindicatos para intentar impedir el paro indefinido, a partir del 8 de abril, con el que amenazan estos últimos.

'Los servicios mínimos están funcionando en parte', aseguraba ayer uno de los empleados de taquillas de la empresa La Sepulvedana en la Estación Sur de autobuses. 'Sale un coche por cada línea, y con eso se cubre gran parte de la demanda', explicó. Esta afirmación puede sonar contradictoria teniendo en cuenta que, según todas las partes, la cuarta jornada de huelga en el sector del transporte de viajeros por carretera en la región fue seguida por el 100% de los 8.000 conductores y paralizó de nuevo por completo los autobuses interurbanos. Así lo afirmaron los responsables regionales de transporte de CC OO y UGT, Víctor López y Emilio Cardero, y el vicepresidente de la patronal Asintra, Rafael Barbadillo.

Sin embargo, muchas líneas de largo recorrido pudieron sacar sus autocares al emplear a conductores que no están adscritos al convenio de transportes de Madrid, con lo que se alivió la demanda, que, por otra parte, era ya ayer mucho menor que el pasado miércoles. Auto Res fue la única empresa que suspendió todos sus servicios. El resto de las grandes compañías (Daibus, Continental Auto y La Sepulvedana) fletaron un coche para cada destino, según las empresas.

La jornada estuvo marcada por algunos incidentes producidos por los piquetes de huelga. Según Rafael Barbadillo, subdirector de Asintra, los huelguistas rompieron 14 lunas de autocares. El intercambiador de la avenida de América fue escenario del momento más tenso del día: un piquete formado por una veintena de trabajadores trató de convencer a un conductor de la empresa Continental Auto de que no prestara servicio. 'El conductor no era de Madrid, así que no estaba en huelga. Los miembros del piquete lo insultaron a él y a los viajeros, pero al final consiguió salir escoltado por la policía', contó Barbadillo. En otros casos, autobuses con destino a otras regiones pudieron emprender viaje, según las empresas, tras avisar a sus clientes de que la salida se iba a efectuar en puntos distintos a los habituales. Algunos usuarios se quejaban por los retrasos en las salidas, la nota dominante de las dos últimas jornadas de huelga.

Los paros comenzaron los pasados 21 y 22 de marzo, y se repitieron el pasado miércoles. La de ayer es la última jornada de huelga convocada antes de la reunión que mantendrán los sindicatos y la patronal el próximo lunes en el Instituto Laboral de la Comunidad. De no alcanzarse un acuerdo -los sindicatos piden más salario y una jornada laboral de 35 horas-, habrá paro indefinido en el sector a partir del 8 de abril, día en el que los sindicatos tenían prevista siguiente jornada de huelga así como una manifestación entre la Puerta de Alcalá y la Puerta del Sol.

'Ánimo de diálogo'

El vicepresidente de Asintra asegura que la patronal acudirá a la reunión del lunes 'con ánimo de dialogo'. Por su parte, el secretario de Transportes de UGT, Emilio Cardero, dice que los sindicatos 'intentarán llegar a un acuerdo, si no con la patronal sí con la Administración, para los servicios mínimos de la huelga indefinida'.

Cardero espera que a este acto de mediación acuda 'algún empresario', puesto que 'los que van a negociar normalmente son los abogados', y añade que 'la Administración tiene que asegurar que los servicios esenciales se cumplan, pero negociándolos con los trabajadores'. Los sindicatos denuncian que las empresas han abierto 2.000 expedientes a trabajadores por incumplimiento de los servicios mínimos fijados por el Gobierno regional (entre un 40% y un 60% del total).