Ordenadores sin barreras
Un grupo de la UPV trabaja para mejorar el acceso de los discapacitados a la informática
Los obstáculos que se encuentran en su quehacer diario las personas discapacitadas son algo más que prejuicios o barreras arquitectónicas. También los hallan en el cada vez más importante campo de las nuevas tecnologías, área que al mismo tiempo se les presenta como una valiosísima ayuda en todos los ámbitos de la vida. La colaboración para poner fin a esta paradoja es el objetivo que guía el trabajo del Laboratorio de Interacción Persona-Computador para Necesidades Especiales (LIPCNE) de la Facultad de Informática del campus de Guipúzcoa la Universidad del País Vasco (UPV), cuyo director es Luis Gardeazabal.
Este grupo de investigación guipuzcoano surgió en 1985 para ayudar a solventar los problemas de comunicación y de acceso a la informática de las personas con discapacidades graves. Fue la preocupación de un grupo de terapeutas de la Asociación de Paralíticos Cerebrales (ASPACE) la que impulsó el comienzo de una labor que se ha extendido a múltiples sistemas de ayuda a la comunicación, control del entorno o acceso al ordenador.
A lo largo de sus 17 años de existencia, el LIPCNE ha desarrollado numerosos proyectos con instituciones y grupos de investigación del resto de España y de Europa. En la actualidad, el equipo dirigido por Gardeazabal, compuesto por otros dos doctores, Julio Abascal y Néstor Garay, dos ingenieros informáticos y varios alumnos de la facultad que realizan su tesis doctoral o su proyecto de fin de carrera, trabaja en tres programas de carácter nacional y europeo.
El primero de ellos, llamado Domosilla, trata de hacer efectiva la idea de que las personas que utilizan una silla de ruedas eléctrica puedan controlar su entorno desde un aparato instalado en ella y aumenten así su grado de autonomía. Además del grupo de la UPV, participan la Universidad de Sevilla y la empresa Bioingeniería Aragonesa.
También la universidad hispalense, además de la de Zaragoza, está presente en el segundo, denominado Heterorred, que estudia la creación de la infraestructura necesaria para que las personas con discapacidad y ancianas puedan acceder a servicios de comunicación y control de su alrededor desde cualquier punto de su hogar mediante computación vestible, es decir, pequeños dispositivos que llevarían encima. Asimismo, el laboratorio también trabaja en el proyecto europeo IRIS, dirigido a facilitar el acceso de las personas con discapacidad a Internet.
Las técnicas que se utilizan en el área de investigación del grupo se dividen en dos grandes campos de trabajo. Por un lado, se encuentra el 'diseño para todos', donde se preparan y estudian sistemas libres de barreras añadidas -que equivaldrían a las rampas, rebajas en las aceras, señales sonoras en los semáforos o a los signos braille en los ascensores-. 'Es necesario que desde los primeros pasos en el diseño de dispositivos y servicios informáticos se tengan en cuenta las necesidades de todos los usuarios y no se impida su acceso', detalla Gardeazabal.
Dispositivos especiales
El segundo campo de investigación es el referente al diseño de dispositivos especiales y adecuados a las capacidades concretas del usuario para acceder al ordenador. 'Por ejemplo, la persona que no puede manipular el teclado necesitará un medio de entrada alternativo que puede consistir en un sistema de barrido activado por medio de un pulsador, o un reconocedor de voz. Una persona con discapacidad visual puede necesitar un sintetizador de voz que lea en alto el contenido de la pantalla, o un terminal braille en el que aparezcan los textos línea a línea', señala Néstor Garay.
Pese al esfuerzo hecho a lo largo de estos años, Julio Abascal, uno de los miembros del equipo dirigido por Gardeazabal, subraya que el estudio de sistemas accesibles se halla todavía en un estado 'incipiente', aunque, según sus palabras, la relevancia que está adquiriendo esta rama de la informática es cada vez mayor.
'La situación ha mejorado enormemente desde que empezamos a trabajar en esto. Hoy en día el área que se ocupa de la accesibilidad de los sistemas informáticos y telemáticos, la Tecnología de la Rehabilitación, está ampliamente reconocida como una materia científico-técnica. Además, su influencia ha llegado a otras áreas que incluyen a los usuarios , como la Interacción Persona-Computador, en las que se ha empezado a tener en cuenta las necesidades de usuarios no estándar', explica Abascal.
Por ello, los miembros de este laboratorio de la facultad de Informática apuestan decididamente por su expansión. 'Nuestra ilusión sería crear una entidad multidisciplinar de investigación y desarrollo que permitiera tratar el diseño desde diversos enfoques y participar en la industrialización, asesoramiento, planificación, etcétera junto con instituciones o empresas interesadas en este campo', resaltan.
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