Elorza rompe con el PP en San Sebastián por el rechazo a su plan de viviendas

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, rompió ayer el pacto de gobierno con el PP, a quince meses de que se agote la legislatura. Puso así punto final a las difíciles relaciones que han mantenido ambos partidos desde que suscribieron su alianza en 1999. El pacto estalla por la negativa popular a agilizar el desarrollo del proyecto urbanístico de Auditz Akular, operación estrella de Elorza, para construir 2.500 viviendas protegidas en el barrio de Alza. El PSE-EE gobernará a partir de ahora en minoría y tendrá que buscar acuerdos puntuales para sacar adelante su gestión.

La ruptura se consumó durante el pleno celebrado por la mañana -PNV-EA y Batasuna secundaron al PP-, pero el alcalde Odón Elorza no comunicó su decisión hasta bien entrada la tarde. 'Ante el incumplimiento del proyecto básico del programa de gobierno', dijo, 'y visto el quebranto importante del principio de lealtad y de las reglas de comportamiento entre los socios de gobierno he transmitido al PP que entiendo su voluntad de provocar la ruptura, cosa que han conseguido'. La portavoz del PP, María San Gil, rechazó todas las acusaciones.

La incertidumbre sobre la continuidad o ruptura del pacto planeaba sobre la vida municipal donostiarra desde que el pasado 12 de marzo Elorza lanzó un ultimátum a su socio de gobierno. 'Si el PP no vota a favor de Auditz Akular en el pleno que se celebrará a fin de mes', dijo, 'entenderé que ha roto conscientemente' la alianza municipal.

Era el enésimo capítulo del desencuentro entre el PP y el PSE-EE por la forma de sacar adelante una operación que se considera imprescindible para afrontar el problema de la vivienda y regenerar uno de los barrios más deprimidos de San Sebastián. Los socialistas apuestan por introducir una modificación al Plan General de Ordenación Urbana para desarrollar el proyecto con urgencia; los populares, sin embargo, creen necesario esperar a la revisión del planeamiento para tener una visión urbanística de conjunto de la ciudad.

La decisión sobre la ruptura quedó aplazada hasta ayer. Hasta la víspera, ninguno de los dos partidos había hecho el más mínimo gesto de acercamiento. De hecho, su relación se ha sostenido durante estos días sobre el cruce de acusaciones, fundamentalmente a través de los medios de comunicación. Hasta el domingo ambos partidos se mantenían firmes en sus posturas. Incluso los socialistas diseñaban ya el viernes el reparto de las carteras que actualmente están en poder del PP (6). Pero a última hora, la portavoz de este partido María San Gil se sacó de la manga una enmienda transaccional de última hora para salvar el pacto. Eso sí, tras una intervención en la que se despachó a gusto contra el alcalde: 'Gobernar con Elorza', dijo, 'es una de las tareas más ingratas que nos hemos encontrado en política'.

El órdago de San Gil

Después lanzó su órdago: 'Nosotros votaremos a favor de Auditz Akular', anunció, 'si el PSE-EE se compromete a aprobar en pleno en el mes de abril la puesta en marcha de la revisión del plan general'. Elorza no aceptó la propuesta. 'No se puede aprobar en el próximo pleno', señaló, 'porque no es competencia del pleno'. San Gil buscó entonces un simple compromiso político. 'Pero, ¿existe la voluntad de hacer el encargo?'. Elorza no respondió y comenzó la votación.

La escenificación de la ruptura se produjo por la tarde. El alcalde -que aseguró contar con todas las bendiciones de su partido tanto a nivel regional como nacional- quiso dejar claro que la negativa popular a apoyar su plan de vivienda no ha sido la única causa de la disolución del gobierno municipal. 'Las intervenciones provocadoras, las descalificaciones e insultos de María San Gil', señaló, 'han supuesto la causa definitiva de la ruptura'. La edil popular, por su parte, le acusó de haber buscado una excusa para romper un pacto que 'firmó con reservas mentales' un día después del congreso del PSE-EE y de su preferencia por 'contar con Batasuna'.

La disolución del pacto deja al PSE-EE solo, con 9 concejales, frente a los 6 del PP, los 7 de EA-PNV y los 4 de Batasuna. Y pone fin a una falta de entendimiento que se ha evidenciado en cuestiones de peso de la gestión municipal, como el proyecto de presupuestos de 2002, o en cuestiones menores como el procedimiento de designación del pregonero de Carnaval.