El incendio del Pallars Sobirà ha arrasado ya 70 hectáreas y sigue sin ser controlado

Los bomberos de la Generalitat retomaron ayer con 30 vehículos y varios helicópteros las tareas de extinción del incendio forestal que se declaró el pasado viernes en un bosque de la localidad d'Àreu (Pallars Sobirà). El fuego ya ha quemado más de 70 hectáreas de pinos y abetos centenarios de un espacio natural seleccionado para formar parte del futuro parque natural de l'Alt Pirineu y sigue sin ser controlado.

El fuego se inició cuando un vecino pretendía quemar de forma incontrolada los zarzales de un ribazo situado a unos 300 metros del pueblo. La sequía y las altas temperaturas, que ese día llegaron a 26 grados, facilitaron la propagación de las llamas hacia la masa forestal. Los bomberos lograron controlar inicialmente el incendio, pero al día siguiente el fuerte viento del Norte hizo que el fuego se reavivara. Un total de 20 dotaciones de bomberos con medios terrestres y aéreos, agentes forestales y vecinos trabajaron ayer intensamente para intentar acotar el perímetro del fuego, pero la abundante capa vegetal existente en el suelo, el difícil acceso a la zona y la niebla dificultaron su control, algo que podría tardar de dos a tres días.

Algunos vecinos d'Àreu mostraron ayer su indignación por la actuación de los bomberos, a los que culpan de que el incendio se reavivara el sábado después de haberlo dado por extinguido. Los vecinos consideran que los bomberos deberían haber dejado un retén en la zona y no abandonar el lugar como hicieron. El alcalde pedáneo d'Àreu, Sebastià Feliu, da la razón a los vecinos y no descarta iniciar acciones judiciales contra los bomberos por este motivo.

El director general de Emergencias de la Generalitat, Josep Maria Padròs, advirtió ayer del peligro de incendios a consecuencia de la sequía general que afecta a amplias zonas de Cataluña. Cinco comarcas del Pirineo de Lleida -los dos Pallars, la Val d'Aran, l'Alta Ribagorça y el Alt Urgell- tienen un riesgo muy elevado de incendios.