Plan de ajuste en Cetarsa
La SEPI negocia el cierre de cuatro centros de transformación de tabaco y la reducción de plantilla para ganar competitividad
Los costes medios de procesado y transformación de la Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa) son un 36% superiores a la media comunitaria, un 74% por encima de los existentes en Estados Unidos y un 99% por encima de países africanos como Malawi y Zimbawe, según los datos económicos manejados por la Administración.
Esta menor competitividad ha dado lugar a la presentación por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), de un plan de reestructuración de la sociedad. Este plan, en fase de negociación con el sector, supondrá eliminar cuatro de sus siete plantas de procesado y reducir la plantilla en unos 400 trabajadores, a quienes se pretende ofrecer salidas laborales alternativas en la zona. Para los responsables de la SEPI, es inaplazable ajustar la misma a sus posibilidades reales de producción para asegurar su continuidad.
Cetarsa puede transformar 63.000 toneladas, pero en el año 2000 sólo manipuló 28.000 toneladas
Cetarsa es una empresa pública constituida en abril de 1987 para apoyar los objetivos nacionales en la política tabaquera. Patrimonio del Estado posee el 79,18% del accionariado y Altadis el 20,82% restante a través de su filial Urex Inversiones. Su actividad se concreta en la asistencia técnica a los cultivadores, la compra y clasificación del tabaco, su transformación y comercialización.
España tiene una cuota total para la producción de tabaco en rama de 42.000 toneladas. En el mercado nacional, Cetarsa compite con otras tres sociedades, aunque ocupa una posición mayoritaria con el 62% del tabaco virginia, el 54% del tipo burley procesable y el 100% del burley fermentable. En conjunto, Cetarsa procesa unas 28.000 toneladas, aproximadamente el 70% de la producción española de tabaco en rama. Los resultados de la sociedad en los últimos años han sido positivos. En la campaña anterior facturó 48 millones de euros, con un beneficio neto de 4,5 millones de euros y cuenta con reservas de 35 millones de euros.
El plan de Cetarsa, según su presidente, Isidoro Hernández Sito, prevé ajustes en una doble dirección: centros y trabajadores. En centros de procesado, se plantea un recorte de siete a solamente tres plantas. Se mantendrían las de Talayuela, Navalmoral y Coria y se cerrarían los de Plasencia, Jaraíz, Jarandilla y Granada. Dos de estos centros quedarían sólo para recepción y almacenado de tabaco. Se mantienen los centros de recepción en el resto de las zonas productoras como Badajoz, León, Navarra y Ávila con el fin de garantizar el cultivo en esas zonas. Para la SEPI es fundamental ajustar la capacidad de las plantas para lograr una mayor eficiencia y reducción de costes. Mientras su capacidad de transformación es de 63 millones de kilos, hoy sólo se manipulan 28 millones y en el futuro pueden ser menos si Bruselas mantiene la reducción de cuotas de producción según el acuerdo del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE del pasado lunes.
Cetarsa también esta sobredimensionada en plantilla, con 253 fijos, 555 fijos discontinuos (que trabajan más de seis meses al año), 246 fijos discontinuos (que lo hacen menos de seis meses al año) y 117 fijos discontinuos que no trabajan desde hace dos campañas. El plan prevé eliminar unos 400 empleos de los que unos 70 serán fijos.
El objetivo de la SEPI es ajustar la sociedad ahora que se halla en beneficios para evitar que entre en pérdidas, lo que dificultaría la aplicación de ayudas públicas. En medios de la Administración se estima que con este plan se benefician también los intereses de los tabaqueros Para la ejecución de esta política de ajuste, Cetarsa cuenta con unas reservas de 35 millones de euros y prevé un coste de unos seis millones de euros. En medios de la SEPI se estima que este proceso se cerrará en el plazo de un año.
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