Un copiloto que no ve la carretera
Marc Martí (1,65m) debe forzar el cuello para ver bien las curvas y cantárselas a Carlos Sainz
La perspectiva lateral derecha que ofrece el Ford Focus de Carlos Sainz es inverosímil. Cuando se mira a través de la ventana puede verse la punta de un casco que se intuye en una posición forzada y a su lado los hombros y la cabeza del piloto madrileño que, cogido al volante, lo domina todo. Marc Martí, el copiloto que ha sustituido a Luis Moya en este Rally Cataluña, cuarta prueba del Mundial, no da para más: mide alrededor de 1,65m y queda tan hundido en el asiento del gallego que ni siquiera logra ver bien la carretera.
Es una situación increíble. Sentado al lado de un mito como Sainz, Martí parece todavía más pequeño. Canta toda la leyenda que lleva apuntada de cada curva, pero tiene que estirar la cabeza para poder verla. 'No es que no vea la carretera', argumenta Martí. 'Pero la veo a lo lejos. Y para poder mirarla de más cerca debo estirar el cuello, con lo que luego siento molestias por haber forzado tanto', comentó ayer a Cataluña Ràdio.
Que nadie piense que Martí es un novato y que se ha encontrado ahora con este problema añadido. No. Este catalán que regenta un restaurante en Molins de Rei lleva ya unos cuantos años metido en los rallies y ha sido copiloto de Oriol Gómez y del cántabro Chus Puras, con quien disputó el Mundial y ganó incluso el Rally de Córcega el año pasado.
Sin embargo, en aquellos casos su asiento estaba totalmente adaptado a su estatura y el problema le afectaba menos. Ahora es distinto. Va forzado. 'La decisión es de los ingenieros de Ford, que colocan los asientos muy bajos para concentrar los pesos en esta parte y conseguir bajar el centro de gravedad del coche'.
Es un inconveniente y parece una incongruencia porque estamos hablando de la competición de más alto nivel en carretera. Sin embargo, Martí es un copiloto de altura y para muchos la única opción fiable que tenía Sainz para ocupar la plaza de Moya. 'Marc está haciendo un buen trabajo, a pesar de algunas indecisiones que iremos mejorando', comentó el piloto madrileño tras concluir la segunda especial que, en realidad, fue la primera ya que la cronometrada que abría el rally (Riudecanyes-Pratip) tuvo que suspenderse porque el público, que sobrepasaba cualquier previsión, invadió algunas partes del tramo.
Sainz y Martí convivieron lo mejor que pudieron con el hecho de que era la primera vez que corrían juntos. Les faltó adaptación y su coche, el Ford Focus, tampoco les ayudó. No es el mejor en asfalto y lo saben los ingenieros, lo acusan los pilotos y se refleja en los resultados. El día se cerró para ellos a 1 minuto y 51 segundos del líder. Sin opciones. Ayer, en la primera etapa del Cataluña, Gilles Panizzi (Peugeot) ganó todas las especiales. Los coches franceses (Peugeot y Citroën) coparon las cinco primeras plazas. A Puras, con problemas de frenos, ni se le ve: está a 6 m 9s del líder.
Clasificación. Primera etapa: 1.Panizzi (Fra, Peugeot) 1h 40,31 segundos. 2. Burns (GB, Peugeot), a 26,1s. 3. Bugalski (Fra, Citroën), a 44,7s. 8. Sainz (Ford), a 1m 51,5s.
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