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Reportaje:

El conductor liberado

La cofradía de Jesús El Rico excarcela a un reo condenado por apropiación indebida

Las respuestas cortas reflejaban su nerviosismo. No era para menos. Acababa de saber que era el elegido por el Consejo de Ministro para ser liberado en la procesión del miércoles de Jesús El Rico, tenía delante una veintena de cámaras y le llovía un chaparrón de preguntas. Con monosílabos al principio y más soltura después, José Antonio Rodríguez Jiménez, de 51 años, fue contando su historia. Es conductor de transportes, malagueño, tiene esposa, una hija de 26 y un trabajo que le espera. Se concederá, eso sí, un descanso antes de volver al tajo.

Ayer casi no se lo creía. 'No pensaba que iba a salir yo, no me hago a la idea'. Hace algo más de una semana, las autoridades de la cárcel de Alhaurín de la Torre le dijeron que estaba incluido en la terna de presos que todos los años se eleva al Consejo de Ministros. Sus temores se disiparon poco después de las dos de la tarde, cuando le comunicaron que era el elegido. 'He sido yo', fue todo lo que atinó a decirle a su esposa.

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Un privilegio que nació tras un motín

Con canas, gafas y vaqueros, José Antonio tenía el aspecto de un sencillo hombre de familia vestido de domingo. Aunque el director de la cárcel, Tomás Sanmartín, explicó que fue condenado por apropiación indebida, él prefirió no dar más detalles. Simplemente mostró su arrepentimiento: 'No merece la pena el riesgo corrido, no creo que me vuelva a ocurrir. Ha sido un paréntesis, mi vida seguirá igual que antes'.

José Antonio delinquió en 1997 e ingresó en la prisión en marzo de 2001. Tenía una pena de dos años y cuatro meses que habría cumplido en julio de 2003. El privilegio de la cofradía ha acortado su privación de libertad en 16 meses. Estaba en segundo grado, es decir, que podía disfrutar de algún permiso esporádico. De hecho, la única vez que salió desde su ingreso en prisión fue hace unos 40 días. Sanmartín aclaró que normalmente El Rico libera a condenados que están en tercer grado y sólo van a dormir al centro.

Su buena conducta, su participación en las actividades de la cárcel, la falta de antecedentes y el apoyo familiar inclinaron la balanza a su favor. Hasta el miércoles, día en que acompañará el desfile procesional de la cofradía, José Antonio seguirá trabajando como auxiliar en la enfermería de la cárcel. No pasó por alto que el mismo Consejo de Ministros que acaba de concederle la libertad le denegó en 1999 un indulto solicitado por su abogado. 'Las circunstancias son diferentes, ahora le avalan los informes de la cárcel', se apresuró a aclarar el director.

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José Antonio, por su parte, intentó desmitificar el ambiente carcelario: 'Ha sido mejor de lo esperado, creía que sería más frío. Salvo porque estábamos encerrados, ha sido normal y llevadero, he vivido casi en familia. Aquí dejaré muchísimos amigos'. Agotado el interrogatorio, encendió con ansia un cigarrillo y se sometió a la tradicional sesión fotográfica. El miércoles volverá a ser un hombre anónimo y, sobre todo, libre.

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