La Cámara de los lores acepta por primera vez restringir la caza del zorro con perros

La Cámara de los lores accedió ayer por primera vez a una propuesta legislativa enfocada a restringir la caza del zorro con perros. Una amplia mayoría de sus representantes dieron marcha atrás en su recalcitrante oposición a alterar la tradición y aceptaron supeditar las cacerías a un sistema de licencias regulado por un organismo externo. Es la llamada 'tercera opción', que ayer aprobaron 366 lores, frente a 59 votos en contra, tras un intenso debate en la Cámara alta del Parlamento británico. Las cacerías deberán someterse a estrictos controles externos y licencias.

El cambio de postura de los lores da cierto margen al Ejecutivo laborista para zanjar la polémica sobre la caza del zorro con perros de una forma consensuada. Aunque en principio opuesto a esta forma de matar al zorro que muchos consideran cruel, el primer ministro Tony Blair parece decidido a lograr un compromiso que evite la abolición absoluta de una tradición de mucho arraigo entre las clases altas del Reino Unido. Las cacerías probablemente continuarán celebrándose, pero deberán someterse a estrictos controles externos, y someterse por primera vez a un sistema de licencias. Es esperable que todos los detalles de esta nueva regulación se den a conocer esta misma semana.

El camino hacia un acuerdo comenzó a despejarse ayer cuando una mayoría de lores -representantes no electos de la segunda Cámara del Parlamento de Westminster- alteraron su histórica defensa de la tradición y apoyaron la 'tercera opción'. Actualmente, las cacerías están autorreguladas por las mismas sociedades locales que las convocan -hay 184 en todo el país-, pero en el nuevo escenario que considera el Gobierno quedarán supeditadas a las decisiones de un organismo supervisor independiente.

La previsión es que no todos los grupos de cazadores sobrevivirán a la nueva regulación, y que las licencias pasen a concederse de forma individual, y fundamentalmente en aquellas zonas donde las camadas de zorros estén poniendo en peligro a los cultivos o a la ganadería comercial.

Aún quedan obstáculos al compromiso posibilitado por la sesión parlamentaria de ayer. La abolición de la caza del zorro con canes es una promesa electoral del Partido Laborista. Los intentos previos de legislación quedaron truncados por falta de tiempo, y el escaso apoyo prestado en la práctica por el Gobierno. Blair prometió legislar al ser elegido en 1997, pero se arrepintió tras una masiva manifestación en el centro de Londres del colectivo en favor de la caza, la Alianza del Campo. Una segunda convocatoria, el año pasado, quedó suspendida como consecuencia de la crisis de la fiebre aftosa.

La votación de los lores vino precedida, la noche anterior, por un contundente apoyo a la abolición de la caza del zorro en la Cámara de los Comunes; 386 diputados frente a 175 votaron a favor de su erradicación, y la tercera opción salió derrotada por un margen de 202 votos. La opción de mantener la situación actual (la autorregulación) también fue derrotada por 247 votos.

Contadas las papeletas en ambas cámaras comienza ahora un pulso a dos bandas. El cambio de opinión de los lores habrá venido acompañado previsiblemente de ciertas garantías sobre el futuro de la caza. Todavía no está claro el alcance de las restricciones que propondrá el Gobierno, que bien podrían limitarse a trámites burocráticos a la hora de solicitar los permisos. Pero asegurado el consenso de la mayoría de lores, el Gobierno ha prevenido demoras inconvenientes a éste y otros proyectos legislativos pendientes de debatirse en la Cámara alta.

Al mismo tiempo, los diputados exigen respeto a la autoridad de los comunes y podrían tomar represalias contra el Gobierno si, como se prevé, el Ejecutivo hace caso omiso de la contundente decisión favorable a la abolición de la caza del zorro. De hecho, desde las filas laboristas se han escuchados voces prometiendo 'rebeldía con venganza'.

'Si la Cámara de los Comunes vota por una prohibición total y luego se acepta la visión de la Cámara de los lores, el Gobierno no debe esperar mi voto cuando persiga derrotar una enmienda legislativa introducida por los lores', amenazó esta semana Gerald Kaufman, destacado laborista en anteriores administraciones. La guerra sobre el futuro de la caza del zorro aún no está saldada.