La ofensiva de Caprabo
Desembarcó en enero de 2001 en el grupo catalán Caprabo como director general, y hasta esa fecha no había trabajado en el sector de la distribución. Pero le han bastado poco más de doce meses al frente de la empresa para revolver las aguas de la distribución minorista en el segmento de los supermercados con una política agresiva de compras y con el objetivo de situar el grupo, en el plazo de tres años, en posiciones de liderazgo.
Xavier Argenté Ariño, catalán, tiene 42 años, los mismos que la empresa de la que actualmente es director general. Ingeniero industrial, diplomado en Ciencias Empresariales, amplió estudios en Estados Unidos. Allí comenzó su carrera profesional en la agroquímica FMC Corporation. En España empezó a trabajar en Hoechst Ibérica y posteriormente pasó a Plaza y Janés, siempre en puestos relacionados con el mercado, las ventas y la logística. El grueso de su actividad profesional la ha desarrollado, desde 1987 hasta 2000, en Bimbo, donde ocupó varios puestos hasta la presidencia.
Tiene las ideas claras sobre la estrategia a seguir en Caprabo. 'Es indispensable crecer para seguir en el sector. No se puede perder el control del grupo, pero tampoco se debe renunciar a un socio si la ocasión lo requiere para seguir creciendo', dice. Caprabo es líder en Cataluña, 'pero es preciso ganar más peso fuera que dentro para hacer de la empresa una de las líderes'.
Caprabo, propiedad de las familias Elías, Carbó y Botet, tiene unas raíces profundamentet familiares. Esa condición imprimió al grupo una estrategia de crecimiento paso a paso, sin grandes acciones de compra, lo que le supuso a finales de los noventa la ruptura de un acuerdo para su expansión con el grupo holandés Ahold, que tenía prisas por implantarse en España. Sin embargo, poco a poco, las familias fueron entendiendo que, o se crecía a otro ritmo o se corría el peligro de perder peso en el sector y caer en manos de otros grupos. Se apostó, así, por una profesionalización de la sociedad, y la última fase ha sido el nombramiento de Xavier Argenté como director general.
Desde su llegada, Caprabo ha pasado de ser la bella durmiente, cómoda en su feudo catalán, a la empresa más agresiva del último año, empeñada en crecer por la vía de la compras. En unos casos esta estrategia ha culminado con éxito, como con los grupos Miquel, Alonso o Tengelmann, pero en otros ha acabado en calabazas, como ocurrió con Alcosto y con las redes lanzadas al grupo Enaco. 'Estamos construyendo un gran proyecto, pero no para abandonar el barco', señala Argenté.
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