Representantes de los Quince relevan a Solana para reformar el Consejo

El primer ministro holandés, Wim Kok, y el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, desactivaron ayer el riesgo de que la imprescindible reforma del Consejo, la institución de la Unión Europea que concentra el poder de los 15 Gobiernos que por ahora la componen, se lleve a cabo puenteando a los ministros de Exteriores de la UE y al alto representante de la Política Exterior de la Unión, Javier Solana.

Tras escuchar el primer documento de Solana sobre cómo reorganizar las actuales presidencias semestrales que ejercen los Estados miembros y cómo preparar las cumbres comunitarias, José María Aznar puso el pasado viernes sobre la mesa una propuesta que desfiló sin pena ni gloria por la modesta galería de resultados de la cumbre de Barcelona, pero que entraña cierta trampa considerando los delicados equilibrios de poder con que funciona la Unión Europea. Después de hacer salir de la sala a los ministros de Exteriores, el presidente de turno de la UE propuso a sus colegas que cada uno de ellos nombrara a un representante 'de la máxima confianza' que también presentaran propuestas sobre las mismas reformas que acababa de exponer Solana.

Países pequeños

El mutismo con que, complacidos, acogieron la propuesta de Aznar el británico Tony Blair, el alemán Gerhard Schröder y el tándem francés Jacques Chirac-Lionel Jospin (el trío que lidera los países grandes) contrastó con las reacciones de países pequeños como Holanda y Portugal. Tanto el holandés Wim Kok como el portugués António Guterres se levantaron contra la creación de un nuevo grupo que añadir al enmarañado entramado institucional de la UE, cuando los Quince ya tienen representación en el Consejo de Ministros y a través del comité que agrupa a sus embajadores ante la UE. Guterres, además, planteó el problema añadido que suponen las elecciones que se celebran hoy en Portugal. 'Si quiere, el suyo se lo nombro yo', bromeó Aznar.

Las propuestas de reforma que elabore este grupo dependiente directamente de los jefes de Estado y de Gobierno, que finalmente aprobaron los Quince y que debería constituirse en dos semanas, se harán 'sobre la base' de las efecuadas por Solana. Romano Prodi logró, en un cambio de última hora, que la Comisión Europea no quedase excluida de los 'contactos' que Aznar establecerá con los jefes de Estado y de Gobierno y con sus representantes de máxima confianza en la elaboración de las reformas, que se presentarán en junio en la cumbre de Sevilla. A petición de Kok, los ministros de Exteriores tendrán ocasión de, por lo menos, echarle un vistazo al informe. Fuentes próximas a Solana aseguraron que la iniciativa que Aznar se sacó de la manga no fue 'ninguna sorpresa'. El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, resumió la situación diciendo que 'los países grandes la querían y que los pequeños, tal como quedó, no están en contra'.