'Mi calle se llama Marie Curie', 'y la mía, Rosalía de Castro'

Los estudiantes de sexto curso de primaria de los cuatro colegios del barrio de Loranca conocen al dedillo (o casi) la vida y obras de algunas de las mujeres legendarias que pueblan el callejero del distrito: Concepción Arenal, Dolores Ibárruri, Federica Montseny, Gabriela Mistral, Marie Curie, María Moliner, Rosalía de Castro y María Guerrero.

Ayer, los chicos y chicas rindieron un homenaje modesto y emocionante en la junta de este barrio de Fuenlabrada, con la exposición Nuestras calles con nombre de mujer. Hicieron un recordatorio de los logros de estas féminas audaces, ayudados por unos paneles con grandes cartulinas de colores, fotos de las celebridades y textos escritos con una caligrafía exquisita. Los paneles quedarán expuestos en el vestíbulo de la junta del distrito hasta el 15 de abril, para que todos los vecinos puedan beber de la sabiduría escolar. Eso sí, los chavales sólo hicieron de guías por un día, por suerte, a la vista de lo mal que lo pasó alguno de ellos ayer.

María, Carlos, Lara y Andrés, por ejemplo, se ocuparon de detallar, delante de los compañeros, la vida y milagros de Gabriela Mistral. María demostró su capacidad pulmonar y recitó parte de la biografía de la Mistral a la velocidad de una locomotora, hasta que se atascó: 'Mistral fue maestra de primaria en la escuela deee, deee... bueno en una escuela', resolvió. Carlos no quiso arriesgarse a las traiciones de la memoria, por lo que sacó la chuleta y se puso a leer sin levantar la vista del papel.

Un aplauso cerró la intervención de los cuatro alumnos del colegio Madrigal. A poca distancia, los sucesores en la tanda de explicaciones les miraban con cierta envidia: '¡Ellos ya habían terminado!'. Violeta, Andrea, Claudia y David, también del colegio Madrigal, se encargaron de las pinceladas sobre Marie Curie.

Intervinieron sin papeles, y algún que otro traspié denotó que se habían aprendido los textos de carrerilla. Al terminar, Claudia recriminó a sus compañeros: 'Hemos ido tan rápido que se me ha olvidado que entre los idiomas que sabía Marie Curie estaba también el polaco', lamentó.

Sin eufemismos

Tras la ronda de charlas sobre las ocho mujeres/paneles, los chavales respiraron aliviados. Algunos se mostraron especialmente escépticos, como Iván y Jorge, que se quejaron de que a la mayoría de los conferenciantes no se les había oído. La exposición deja patente que a los estudiantes de primaria no les van los eufemismos: no hablan de enfermedad 'larga y penosa', sino de 'cáncer', y 'de páncreas', apostillan, para ser más exactos (Gabriela Mistral). Y se quedan con los datos más espectaculares: de Marie Curie, un suponer, salvan 'el descubrimiento del polonio y el radio, y que se murió de una sobrecarga de radiactividad'.

La exposición Nuestras calles con nombre de mujer es el resultado de un trabajo laborioso de los alumnos de los cuatro colegios de este barrio fuenlabreño, en las aulas y con la ayuda de los profesores y la biblioteca del distrito. El siguiente paso será el envío de una carta a 8.000 vecinos con los pormenores sobre quién fue esa mujer o aquella que da nombre a la calle en que viven.

La directora general de la Mujer de la Comunidad de Madrid, Asunción Miura, y la concejal del distrito de Loranca, Lucila Corral, siguieron con atención la presentación de los chavales. Miura se dedicó, además, a inmortalizar la actividad con una cámara fotográfica minúscula, como una madre más o una turista. Corral, por su lado, alabó que la iniciativa haya conseguido 'que los niños sean conscientes de los impedimentos que han tenido históricamente las mujeres para desarrollar sus capacidades' y elogió la labor ilustrativa del invento. 'Gracias a los escolares todos los vecinos conocerán a las féminas que dan título a sus calles', se enorgulleció.

Nuestras calles con nombre de mujer. Hasta el 15 de abril, en el vestíbulo de la junta del distrito de Loranca, en Fuenlabrada (plaza de las Artes, s/n). De las 10.00 a las 20.00. Gratis.