Fin de la ocupación de la Embajada de España en Pekín

Los 25 norcoreanos que irrumpieron el jueves en la Embajada de España en Pekín para pedir asilo político viajaron ayer a Corea del Sur vía Filipinas. Tras intensas negociaciones con China, se alcanzó finalmente en la mañana de ayer un acuerdo que permitió a los 14 adultos y 11 niños abandonar la sede diplomática e iniciar el vuelo hacia 'la libertad', según dijeron los mismos norcoreanos, que nada más conocer la noticia del acuerdo empezaron a dar saltos de alegría en los jardines de la embajada, que desde el asalto era vigilada por un centenar de policías y soldados. Los norcoreanos, que pertenecían a seis familias, entraron en la Embajada después de derribar con un empujón al único policía que vigilaba la verja de entrada. Después, arrojaron octavillas en las que decían que preferían la muerte antes de regresar a Corea del Norte, país que además de padecer una de las dictaduras más crueles del mundo, sufre desde hace años una terrible hambruna debido al fracaso económico y a una serie de sequías e inundaciones que azotaron su territorio.

Desde su sede en Ginebra, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) mostró su satisfacción por la rápida solución encontrada por las autoridades españolas y chinas a la petición de asilo de los 25 norcoreanos.