El déficit comercial se estabilizó en 2001 pese a la desaceleración económica

La economía española no ha sido capaz de reducir su déficit comercial el pasado año, pese a la caída de la actividad. El saldo negativo se ha mantenido en 43.019 millones de euros, prácticamente igual que en 2000. Las importaciones han crecido a un ritmo del 4,1% (descontados los precios), la mitad que en 2000, pero las exportaciones han sufrido la crisis del comercio mundial y han aumentado un 2%, seis veces menos. En diciembre, las ventas se han hundido un 9,1%.

La crisis internacional ha dañado mucho al comercio exterior español el pasado año. Las ventas en términos reales, es decir, descontados los precios, han crecido apenas un 2%, frente a un 12,2% un año antes. Se han resentido, sobre todo, las exportaciones a Estados Unidos e Iberoamérica, en especial a Argentina. La ventaja en competitividad que supone la debilidad del euro frente al dólar se ha anulado por la desaceleración del comercio mundial. Su crecimiento fue de apenas un 1% el pasado año, frente al 12% en 2000.

Esta situación ha impedido corregir este desequilibrio, como suele ser normal en épocas de desaceleración económica. El aumento del consumo ha sido más débil que el año anterior, pero no lo suficiente como para hacer caer las importaciones. Las compras españolas al exterior aumentaron un 4,1%, la mitad que en 2000. Crecieron más las importaciones procedentes de los países de la UE que las del resto. Frente al déficit español, el conjunto de la zona euro obtuvo el pasado año un superávit comercial de 49.600 millones de euros.

España cerró 2001 con un crecimiento prácticamente cero en su déficit comercial y con una cifra de 43.019 millones de euros. El volumen es importante, ya que supone mantener la cuantía del año 2000, que constituyó un máximo histórico. Ese año, el crecimiento fue del 49%, y el anterior, del 43,3%, lo que coincidió con etapas de alto crecimiento de la economía española y, en la parte final, con la última crisis del petróleo.

Los resultados de diciembre indican que tanto las importaciones como las exportaciones se hunden, pero más las segundas. Las compras españolas al exterior cayeron en diciembre un 6% frente al mismo mes del año anterior, mientras que las ventas se han reducido bastante más, un 9,1%. El déficit vuelve a crecer, un 1,8% en este caso, después de dos meses consecutivos de descenso.