El abandono de un coche en Vallvidrera crea una falsa psicosis de atentado
Las instituciones insisten en que se utilice el transporte público, especialmente el tren
Falsa alarma. Un presunto delincuente provocó ayer la psicosis de que se pudiera producir un atentado en la ciudad de Barcelona, coincidiendo con la cumbre europea, cuando abandó un vehículo en el interior del túnel de Vallvidrera en dirección a la ciudad. El hecho de que el conductor huyera para evitar un control policial rutinario y que después robara una furgoneta pistola en mano en el mismo túnel avaló la hipótesis inicial de un atentado. Después de una inspección de la policía, se comprobó que el vehículo abandonado no contenía explosivos y que el supuesto terrorista no era sino un delincuente habitual que no había hecho más que emprender una huida desesperada que le llevó a robar otros tres coches.
La hipótesis de que ETA pueda colocar un coche bomba en Barcelona estos días es la mayor preocupación de los responsables de Interior, quienes consideran que se trata de una acción relativamente sencilla para los terroristas. En este sentido, la preocupación se llama Marina Bernardó, la supuesta colaboradora del comando Barcelona de ETA que huyó de la operación que llevó a cabo la Guardia Civil el pasado mes de agosto y a la que ya se considera integrada en la organización terrorista. Bernardó conoce la ciudad como ningún otro activista.
La falsa alarma se produjo a las doce de la mañana, cuando un desconocido abandonó un vehículo en el punto kilométrico 1 de la carretera E-9, a la altura de la salida de la boca norte del túnel de Vallvidrera. El motivo que pudo llevar al conductor a actuar así fue que al final del túnel se había establecido un control policial rutinario en el que se hubiera puesto en evidencia que el automóvil, un Nissan Almera, había sido robado el martes por la tarde en la localidad de Montgat.
Tras abandonar el vehículo, el conductor robó una furgoneta de la empresa concesionaria de los túneles que circulaba en sentido contrario. De esa manera emprendió la huida hacia Sant Cugat del Vallès, llevándose por delante la barrera del peaje que encontró a su paso. Minutos después, para pasar más desapercibido, el presunto delincuente robó otro automóvil, un Renault Twingo. Unos minutos después regresó a Barcelona y sufrió una colisión en el barrio de Can Caralleu. Allí robó un cuarto vehículo, un Peugeot 605, y la policía le perdió la pista.
Coordinación policial
Minutos después de producirse el abandono del primer coche en el túnel, acudieron al lugar decenas de agentes de diversos cuerpos para iniciar una acción coordinada. La Guardia Urbana de Barcelona cortó el tráfico en una boca, los Mossos d'Esquadra lo hicieron en el otro extremo y el Cuerpo Nacional de Policía inspeccionó el vehículo con agentes especializados en desactivación de explosivos y perros amaestrados. '¿Qué te hace falta?, ¿quieres algo más?', se preguntaban entre sí los diferentes policías, en un gesto poco habitual de coordinación. Y es que en la cumbre europea todos los cuerpos se juegan su prestigio ante el mundo.
A las 14.50 horas, cuando el primer coche abandonado ya había sido revisado de arriba abajo, se volvió a abrir la carretera. En ese tiempo los vehículos fueron desviados por la Ronda de Dalt, la Via Augusta y la B-30. En las casi tres horas que duró el corte de tráfico, apenas se produjeron dos kilómetros de cola al coincidir con un periodo del día en que no hay una gran afluencia de coches.
El Servicio Catalán de Tráfico informó ayer de que durante los tres primeros días de esta semana se ha reducido el 15% el tráfico de vehículos por los accesos del sur de Barcelona. Esa cifra, con ser importante, todavía está lejos del 30% en el que las instituciones fijaron el descenso del uso del coche privado para evitar que se produzcan hasta 100 kilómetros de colas por las restricciones que se aplicarán a partir de hoy. El temor principal es que se colapse la Ronda de Dalt entre las 11.00 y las 13.00 horas, lapso en el que se producirá la llegada masiva de las delegaciones oficiales. La última lo hará a medianoche.
Durante los tres primeros días de la semana se ha producido un incremento de los viajeros de Renfe de entre el 13% y el 15%, y en la línea Llobregat-Anoia de Ferrocarrils de la Generalitat el incremento ha sido de entre el 5% y el 6%. Las instituciones insistieron ayer en la necesidad de seguir utilizando el transporte público, especialmente el tren.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.