Una media de 75 personas, atracadas cada día en las calles de Madrid

Los 46 jueces de instrucción de la capital recibieron el año pasado 19.085 denuncias por robos y hurtos de coches -esto es, 52 vehículos robados cada día-, según un informe facilitado por fuentes de los juzgados de la plaza de Castilla. Asimismo, un total de 27.589 ciudadanos afirmaron haber sido víctimas de robos con violencia e intimidación (en su mayoría, atracos callejeros o sirlas), de lo cual se infiere que cada día, y sólo en la capital, el año pasado sufrieron este delito una media de 75 personas. La cifra supone un aumento de casi el 20% en este tipo de denuncias con respecto al año 2000.

Los 46 juzgados de instrucción de la capital (que investigan delitos y se turnan en las guardias) están que no dan abasto de trabajo. Durante el año pasado, estos jueces se repartieron un total de 503.891 causas penales, 19.891 más que en 2000, según el citado informe de los juzgados. Destacan entre estas causas, por su abultado número, los delitos contra la propiedad ajena (que incluyen atracos callejeros, las llamadas sirlas; robos con fuerza en las cosas, hurtos...). El año pasado se denunciaron en la capital 298.031 delitos contra la propiedad, lo que representa un 10% más que en 2000. Y es que la tasa delictiva de la capital, al igual que la del resto de la Comunidad, ha experimentado un fuerte ascenso. El Ministerio del Interior ha atribuido este aumento delictivo, entre otros factores, al incremento de la población inmigrante en la región.

Los robos con violencia e intimidación (en los que el atracador suele usar navajas o la fuerza física para conseguir su botín) son los que mayor alarma social despiertan entre los ciudadanos, dado el componente de riesgo para la integridad de la personas que generan. En comparación con 2000, el año pasado se cometieron 4.383 robos con violencia e intimidación más que un año antes: un 19% de aumento.

El citado informe de los juzgados de la capital revela, además, que en 2001 hubo 65.386 robos con fuerza en las cosas, 2.816 más que el año anterior. Los autores de estos delitos son los que, por ejemplo, violentan cristales o puertas para lograr el botín, pero sin utilizar armas blancas (navajas u otros objetos contundentes). Los hurtos (en los que no media ni violencia ni fuerza) también se han disparado en la capital madrileña: los 126.383 contabilizados en 2000 se convirtieron el año pasado en 144.479 (18.096 más, un 14% de aumento).

Sustracción de coches

Uno de los datos más espectaculares que contiene el informe es el que alude a la sustracción de vehículos de motor. Los jueces de la ciudad de Madrid recibieron el año pasado 19.085 denuncias por robos y hurtos de coches. Esta cifra significa que cada día se roban o hurtan en Madrid capital una media de 52 vehículos de motor. Un año antes, en 2000, se presentaron 18.669 denuncias, 416 menos (un 2%) que el año pasado.

Con todo, esta media diaria de 52 vehículos robados dista aún mucho de la que se registraba a mediados de la década de los ochenta. Entonces, excepcional era el día en el que no desaparecían cerca de 100 coches. Un juez de la plaza de Castilla explica: 'Ignoro cuántos coches circulan en la actualidad por Madrid, pero lo cierto es que la cifra de robos y hurtos de vehículos es muy significativa. Muchos robos de coches quedan impunes porque no se encuentra a sus autores'. Este magistrado desconoce cuántos vehículos son recuperados tras caer en manos de los cacos. 'Muchos vehículos suelen aparecer días después en cunetas o descampados, con destrozos y sin gasolina, y alguno que otro incendiado para que la policía no pueda tomar las huellas', dice.

Frente a este aumento de delitos contra la propiedad ajena, en el informe destaca, en cambio, la reducción de otras fechorías que también siembran zozobra ciudana. Por ejemplo, las estafas. Los 46 jueces de instrucción de la capital recibieron el año pasado 6.953 denuncias por estafa, frente a las 7.419 que registraron en 2000 (un 6% menos). Las apropiaciones indebidas, en su mayoría de dinero ajeno, también se han reducido, en un 15%: Las 2.173 denuncias presentadas por este concepto en 2000 bajaron el año pasado a 1.883.

Un porcentaje importante ('en torno al 80%', según calculan fuentes judiciales) de los delitos denunciados en la plaza de Castilla y en las comisarías queda impune, bien porque no se encuentra a sus autores, lo que lleva al juez a decretar su sobreseimiento, bien porque los magistrados, tras sus indagaciones, llegan a la convicción de que, pese a la denuncia, no se ha producido o acreditado la comisión del mismo.

Las denuncias y atestados contra personas por delitos de tráfico de drogas constituyen otro de los parámetros delictivos que experimentaron en 2001 un ligero descenso respecto a 2000: las 1.120 denuncias registradas en 2000 quedaron en 1.011 (un 10% menos) el año pasado. Este capítulo se enclava también entre los que más alarma social provocan por el daño que acarrea el consumo de drogas a la población, y especialmente a los más jóvenes.