La televisión inteligente
InOut TV invierte 42 millones de euros en un grabador que 'modifica' la programación
Los responsables de InOut TV cuentan que mucha gente cree que su producto es ciencia-ficción porque con él se puede parar y rebobinar un programa de televisión que se está emitiendo en ese momento, o grabar dos canales a la vez. InOut es un DVR, y este producto ya es una realidad en EE UU, donde dos compañías -ReplayTV y TiVO- han vendido 500.000 terminales en los últimos dos años.
El DVR permite parar y rebobinar una emisión en directo o grabar varios canales a la vez. En EE UU ya se han vendido 500.000 unidades
La actualización de los programas es automática. Si la cadena cambia el horario, la caja modifica el momento de grabación
El DVR (siglas de Digital Video Recorder) es el tataranieto del VCR (el vídeo tradicional, o Video Casette Recorder), e InOut TV es el primer proyecto español de DVR que sale a la luz. En su desarrollo han participado algunos de los protagonistas del boom español de Internet: el software lo ha diseñado David del Val, fundador de VXtreme, una compañía que compró Microsoft en 1998 por 10.000 millones de pesetas (unos 60,1 millones de euros de hoy). El director técnico del proyecto es Marcel Coderch, doctor del MIT y responsable en gran parte del desarrollo de la red de Internet de Retevisión. El proyecto lo dirige Eudald Domènech, fundador de Servicom, World on-line y Telépolis, que luego compró EresMas. Todos acordaron con sus antiguas empresas desarrollar proyectos que no compitieran con ellas. El resultado es InOut TV.
La idea es que el 'prime-time [horario de máxima audiencia] lo decide el usuario', dice Domènech. InOut TV parece un reproductor de vídeo normal. Pero no sólo graba y reproduce, sino que permite a los usuarios modificar la programación de televisión. Y es que los DVR funcionan como un ordenador, ya que poseen un disco duro. El usuario conecta la antena de televisión al DVR, que a su vez se conecta al televisor, así que la imagen pasa primero por ese disco duro. Esta técnica permite al usuario jugar con la imagen, ya que lo que ve no es la señal televisiva pura, sino la que pasa por el DVR. Varios ejemplos. Si usted recibe una llamada de teléfono mientras ve la televisión, puede parar la emisión y continuar viendo ese programa cuando acabe de hablar. Si está leyendo y se ha perdido un gol en el partido de fútbol, puede rebobinar y volver a verlo. InOut permite acumular 40 horas de grabación -sin cinta-. El aparato puede conectarse al vídeo tradicional o al DVD, así que todo lo grabado puede ser volcado en una cinta.
Hay una segunda gran peculiaridad. La compañía calcula que cada día se emiten en España unos 2.400 programas en 200 canales. Para un usuario medio es casi imposible estar al tanto de los programas que se emiten y de cuándo se emiten, más aún si las cadenas se dedican a contraprogramarse unas a otras sin previo aviso. En InOut TV trabajan 25 periodistas que actualizan constantemente la programación, y envían esos cambios a los DVR de sus clientes de forma constante y vía satélite, sin coste para el usuario.
El interfaz de la tele, es decir, lo que el usuario ve cuando lo enciende, responde a esta filosofía. En InOut TV aparece un menú desplegable a la izquierda, en que el usuario puede ver una franja de programas clasificados por día y hora, y no por cadenas. Si se pulsa una vez con el mando en Sexo en Nueva York significa que la caja lo grabará el próximo domingo. Si se pulsa dos veces significará que lo grabará todos los domingos. Como la actualización es automática, si la cadena elimina el programa o lo cambia de horario, la caja cambiará, a su vez, el momento de la grabación. El usuario no lo sabrá.
InOut TV está en su versión alfa [primaria]; en junio tendrá la beta [secundaria], y en septiembre se repartirán unos 10.000 terminales de prueba. La gran campaña de lanzamiento será en Navidad. La compañía no desvela el precio del aparato, pero sí explica que será más caro de lo que es en Estados Unidos (unos 400 dólares o 462 euros) y más barato que un DVD grabable (unos 1.800 euros).
La compañía invertirá unos 42 millones de euros en el lanzamiento del producto, y unos 300 millones más en su venta a Europa (sobre todo el mercado francés y alemán), donde InOut TV pretende entrar de la mano de alguna gran compañía de medios. El modelo de negocio de InOut TV, que quiere alcanzar el punto de equilibrio financiero en 2003, es el de un portal de Internet, es decir, tendrá contenidos y servicios propios -como compra de películas que se podrán ver en ese mismo momento, sin esperar-, y agregará los de terceros. Su negocio se basará en cobrar comisiones por las transacciones que se realizan.
A ninguno de los creadores de este proyecto se le escapa las ampollas que puede levantar InOut TV en la industria establecida de las cadenas televisivas -también hay un buscador de temas, al margen de dónde se emitan-, los anunciantes y las entidades gestoras de derechos que recaudan dinero por la propiedad intelectual. 'Nosotros estamos del lado del usuario', dice Domènech. InOut TV está siendo, sin embargo, muy cuidadoso con el sector. Ha puesto en marcha, por ejemplo, seminarios para anunciantes y creativos de publicidad, en los que se les explican las posibilidades del nuevo medio: anuncios interactivos en los que el usuario puede leer las especificaciones técnicas del coche, o incluso cerrar una cita para probarlo en el concesionario más próximo. 'La tecnología está ahí y es neutra; si no lo hacemos nosotros, lo hará cualquier otro', dice David del Val.
Hacia el hogar del siglo XXI
InOut TV es el primer proyecto de TechFoundries, una compañía fundada en diciembre de 2000 con 12,8 millones de euros. En ella participan Domènech, Del Val, José Luis Tapia y Coderch, y está presidida por el ex ministro de Industria Joan Majó. TechFoundries, que tiene su sede social en Barcelona y oficinas en Madrid y San Francisco, es una mezcla entre grupo de empresas, incubadora y compañía de capital riesgo. La idea principal de TechFoundries es la de desarrollar el hogar del siglo XXI, y lo hace mediante la creación de empresas independientes, cada una de ellas dedicada a un negocio. Pero, a diferencia de lo que hacen los inversores de capital riesgo, los responsables de TechFoundries participan en la gestión de cada compañía y siguen haciéndolo cuando venden la mayoría de capital, y sólo financian los proyectos que tienen que ver con el hogar digital, no como una incubadora. Las empresas, además, trabajan entre ellas. TechFoundries compró Diode, una compañía informática española valorada en 7,2 millones de euros, y será esta empresa la que fabrique los primeros DVR de InOut TV, hasta 1.500 aparatos al día. A largo plazo, la idea es que los grandes fabricantes de tecnología de consumo apoyen la idea y vendan la caja; InOut TV continuaría únicamente dando el servicio. 'Hay conversaciones, aunque ningún acuerdo aún', cuenta Domènech.
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