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LA CRÓNICA
Columna
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Reclamar las calles escuchando a Chick Corea

Voy al contenedor a tirar la basura. Cuando abro la tapa, saca la cabeza un pobre que está buscándose la vida. Muy cabreado, se marcha de allí con su botín: un tarro de cristal con tomate dentro y la revista Qué me dices. Entre las cosas que ha rechazado hay un libro de color verde. Es el Anuario de la temporada 2001-2002 del club de socios del Círculo Ecuestre. Me meto en el contenedor y lo recojo. Luego sigo con mi vida: bebo gin-tonics, conjunto mi ropa interior, leo el libro de Johan Cruyff. Pero por la noche voy a una asamblea de grupos antiglobalizadores, para hacer esta crónica. Imaginen un local en el Paralelo con suelo de baldosas hidráulicas, ventanas azules y muchas estufas catalíticas distribuidas con lógica. Chicos y chicas jóvenes, sentados en sillas de plástico, que beben cervezas en vasos también de plástico, como en la fiesta mayor de Gràcia, y también algunos señores mayores, padres de familia, con barbas de druida. '¿No hay nadie de 35 años?', le pregunto a uno que lleva una camisa de cuadros y es guapo. 'Están en el Bulli', me dice. Saco la radio, y me pongo un auricular en la oreja izquierda para escuchar Catalunya Música (me han dicho que las reuniones de antiglobalizadores duran horas), y entonces me acuerdo del anuario del contenedor, que se ha quedado en mi bolso. Lo empiezo a leer. Por una oreja oigo la asamblea, por la otra Abril's snow, de Chick Corea. Por la nariz aspiro lo que se fuma un chico sentado a mi lado, y por la boca bebo cerveza que me ha ofrecido el guapo (ya ven que estoy en plan cinco sentidos de mujer), así que me empiezo a poner optimista. Al cabo de nada, el anuario del Círculo Ecuestre, más el que fuma, más la cerveza, dan como resultado que los antiglobalizadores me parecen tan guapos y tan imprescindibles como Chick Corea. Sigo leyendo el anuario verde. Pone que el 1 de marzo el Comité de Nuevas Iniciativas organizó una cena debate sobre: 'La paradoja de la mujer y el hombre ante los fogones: ¿por qué ellas acaparan la cocina doméstica y ellos la alta gastronomía?'. No sé si pillan que esta crónica pretende mostrarles la contradicción de dos mundos alejados, sin opinar sobre en cuál de los dos se está mejor. 'Passem al segon tema', dice el moderador. Y luego cuenta que los carteles no han llegado, por un error de imprenta. Todos los que piden la palabra son muy educados, y para mostrar su aprobación, en lugar de aplaudir, levantan las manos y las agitan, como un niño que hiciese ver que es un árbol (lo juro). Respetan tanto los turnos que jamás les invitarán al debate de Moros y Cristianos. No gritan, no se interrumpen, qué poco ritmo. En el anuario verde están escritos los nombres de los socios por orden alfabético, sus cargos, títulos nobiliarios, aficiones, dirección y teléfono. El nombre de cada socio está en letras negras y mayúsculas, y luego, debajo, con la letra más pequeña, añaden 'y esposa', como en las necrológicas. También ponen el trabajo que tienen (si es que tienen), los 'otros cargos' que poseen y el nombre de sus hijos. ¿Y si alguno de los hijos del socio 666 -por decir un número- está en esta asamblea? Sigo leyendo. Bajo el nombre de cada socio, han escrito las 'actividades' a las que se dedican. Por ejemplo, las actividades del 424 son la natación, el esquí, los viajes, la música, todo tipo de arte. Los hay que, como 'actividades' sólo tienen la lectura, de manera que nos parecemos; yo tampoco hago nada más. En cambio, si los antiglobalizadores fuesen admitidos en el Círculo Ecuestre (que no es fácil), sus actividades podrían ser: ciclostil, reclamar las calles, manifestarse por una nueva cultura del agua. Ahora otro guapo dice que le quieren pedir a Manuel Vázquez Montalbán que durante la manifestación lea un poema de Goytisolo. Una chica opina que debería leerlo alguien anónimo, porque, que ella sepa, Montalbán no ha venido a ninguna asamblea. El guapo le aclara que Montalbán no ha pedido leer el poema, que han sido ellos los que han creído que es buena idea. En la radio suena Green Mansions y otro guapo con acento francés pide la palabra en catalán. Un perro negro me deja que lo acaricie.

Reunión de antiglobalizadores: planean hacer leer en la 'mani' un poema de Goytisolo a MVM, etcétera...

Salgo al pasillo, y el guapo de la camisa de cuadros que me ofrecía cervezas me presenta a un amigo también guapo que pertenece al movimiento Reclaim the streets (recupera las calles). El también guapo me cuenta que forman un grupo musical antiglobalización y que tienen un autocar de dos pisos, que pensaban usar en su manifestación, pero que alguien se lo ha quemado. '¿Y qué haréis?', le pregunto. 'Diremos que somos tan radicales que hemos quemado nuestro propio autocar'. Me río, y emocionada de tanta belleza, me pongo a favor de los antiglobalizadores irónicos, y a partir de hoy, para mí, los guapos son también 'los buenos'. Luego me enseña un falso periódico que han hecho, en el que se intercalan noticias con espacios de humor. Veo la parodia del cartel de una película, con la foto trucada de un musculoso alcalde de Barcelona: 'Joan Clos Van Damm en Double Impact: 10.000 policías a su servicio'. Y para terminar con este día raro, leo en la página 130 del anuario del Círculo Ecuestre que la socia número 909 es Julia García Valdecasas, lo que dadas las circunstancias me hace reír. Tiro el anuario a otro contenedor. Si un contenedor se quema, algo tuyo se quema.

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