El PP crítica la 'gripe política' de Zapatero y la crispación del PSOE
Hernando exige que González vaya al Congreso
Al PP no le agrada ni la 'blandura de cervatillo' de José Luis Rodríguez Zapatero, de la que han empezado a mofarse de forma generalizada por sus ausencias y 'gripes políticas', ni la crispación o 'gamberrismo institucional' de sus principales colaboradores, Jesús Caldera o José Blanco. El PP aprovechó ayer la resaca del duro debate parlamentario sobre el bulo de Felipe González en Marruecos para cuestionar los reiterados viajes del ex presidente socialista a ese país y sus ausencias del Congreso de los Diputados.
Los comentarios irónicos más o menos soterrados de los dirigentes del Gobierno y del PP en la sesión de control en el Congreso de la tarde del miércoles sobre las 'sospechosas' ausencias del líder del PSOE en los debates más importantes y candentes se escucharon ayer abiertamente cuando Rodríguez Zapatero irrumpió sobre las 11.30 horas en los pasillos de la Cámara baja. Fuentes de la dirección del PSOE aseguraron la tarde anterior que Zapatero no había podido medirse con José María Aznar, sobre la espinosa pregunta del bulo de Marruecos, porque padecía una gripe que le mantenía en cama con fiebre.
Los responsables del Grupo Popular se ocuparon ayer profusamente tanto de 'lamentar' la dolencia de Rodríguez Zapatero como de emplear los más duros epítetos contra las implacables intervenciones esa tarde de sus principales colaboradores.
Fuentes de la dirección del PP en el Congreso rememoraron ayer el calificativo de 'Bambi', el entrañable cervatillo de la película de Disney, que atribuyen a Alfonso Guerra para retratar el estilo Zapatero, y destacaron por otro lado que si el líder del PSOE hubiese ocupado el miércoles su escaño de jefe de la oposición habría habido más posibilidades de disfrutar de un debate del máximo nivel con Aznar. En el PP aseguran que Aznar tenía ese día un interés especial por expresar sus disculpas ante lo que limitan ahora a la categoría de simple error de información de la embajada mientras que cuando La Moncloa difundió el bulo se tachó de 'gravísima traición'.
Públicamente, el PP optó por rebajar el nivel de sus comparecencias sólo a la presencia de Rafael Hernando, el coordinación de Comunicación. Hernando tildó de 'culebrón' y 'auténtico esperpento' la actitud del PSOE el miércoles. Aseguró incluso que las expresiones de 'gamberrismo institucional' de Caldera y Blanco, como sus referencias a la ética de la mentira de Goebbels o la caza de brujas de McCarthy, estaban entre las más duras 'jamás escuchadas en la Cámara'.
Por su parte, varios diputados del PSOE se mostraron ayer 'entusiasmados' por el tono agresivo precisamente de Caldera y Blanco mientras que admitieron su 'desengaño' por que la pregunta clave la formulara el portavoz del grupo en vez de Zapatero.
Hernando interpretó esa estrategia del PSOE en su interés por trasladar su 'crispación interna' al Congreso. El portavoz del PP minusvaloró a Felipe González como 'el diputado por poderes' y le exigió que se ocupe más de sus obligaciones en el Congreso y explique sus viajes a Marruecos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.