Un centenar de enfermos mentales viven en las calles de Madrid

Un centenar de enfermos mentales malviven en las calles de Madrid sin recibir la atención social y psiquiátrica que precisan. Sus trastornos les llevan a rechazar los centros sanitarios y de ayuda, que, además, no están adaptados a sus necesidades. Ése es el diagnóstico elaborado por 12 entidades de apoyo a indigentes, que han propuesto a la Consejería de Sanidad la creación de equipos de calle con trabajadores especializados para ayudar a estas personas a acceder a la red asistencial. La propuesta se ha incluido en el Plan Regional contra la Exclusión Social.

Algunos de estos enfermos mentales sin hogar son ya personajes conocidos en zonas como la plaza de España, Ópera, Quevedo o Cuatro Caminos. Los vecinos les ven cada día con sus carros de supermercado llenos de trastos. Cuando arrecia el frío, alguno avisa a los servicios sociales para evitar desgracias. Pero a nadie se le puede llevar a un albergue a la fuerza. Sólo los jueces, con un informe médico que lo aconseje, pueden autorizar un ingreso involuntario en las urgencias psiquiátricas. Y pasada la crisis, el hospital les da el alta y vuelven a la calle. Sin medicación ni terapias, su aislamiento aumenta. Mari Fe Bravo, presidenta de la Asociación Madrileña de Salud Mental, una de las entidades autoras de la propuesta presentada a Sanidad, explica que el objetivo 'no es ir recogiendo a estos enfermos en camionetas como se ha hecho en Nueva York'. 'Proponemos que se creen equipos especializados que salgan a la calle para que se enganchen a programas normalizados. Eso no quita para que, en crisis graves, se pida al juez un internamiento psiquiátrico involuntario', añade Bravo. La propuesta se ha incluido como una de las medidas del Plan Regional contra la Exclusión Social, aprobado en diciembre de 2001 por el Consejo de Gobierno y que prevé inversiones de más de 619 millones de euros en cinco años (2002-2006). Sin embargo, la Consejería de Sanidad, de la que depende este proyecto, sólo cuenta este año con 120.200 euros para desarrollar el plan.

Ahora ya hay trabajadores sociales que se acercan a las personas sin hogar reacias a acudir a los servicios sociales. Entre ellos está la Unidad Móvil de Emergencias Sociales (UMES) del Ayuntamiento, y la ONG Red de Apoyo a la Inserción Social (RAIS). José Manuel Caballol, psicólogo y miembro del equipo de calle de RAIS, se encuentra todos los días con personas sin hogar con graves delirios. 'Pero al no ser psiquiatras no les podemos dar el tratamiento adecuado. El equipo que proponemos tiene la ventaja de que estará integrado en la red pública de salud mental, con lo que podrá luchar para que a estos enfermos no se los quiten de encima en determinados servicios. Podemos protestar si vemos que la atención que se les da no es la correcta, pero nada obliga a que nos hagan caso', asegura. Las 12 entidades que han propuesto la creación de los equipos de calle forman el grupo de Salud Mental y Exclusión Social (SMES), creado en 1994 para mejorar la atención a las personas sin hogar. Entre ellos está la Asociación Española de Neuropsiquiatría, la Asociación Madrileña de Salud Mental, los responsables de los albergues de San Isidro y San Martín de Porres y de los comedores de Martínez Campos y Luz Casanova; el departamento de Personalidad de la Universidad Complutense; la empresa Grupo 5 de trabajo social y las ONG Realidades y RAIS. Además de los citados 100 enfermos mentales en situación extrema hay, según el grupo SMES, otros 125 que, de vez en cuando, acuden a tratamiento psiquiátrico o a los albergues. Su aislamiento es menor, pero no consiguen salir de la exclusión social, por lo que también precisan apoyo. En la propuesta del grupo SMES se incluye también la necesidad de coordinar los servicios sociales y sanitarios para evitar que, por ejemplo, un hospital dé a estas personas el alta a primera hora de la mañana, dejándoles en la calle sin ninguna alternativa Asimismo, han solicitado al Ayuntamiento la creación de un centro de acogida especializado, con pocas plazas (20), abierto las 24 horas y con enfermeros psiquiátricos y psicólogos. Ni el Consistorio ni ninguna otra institución se ha comprometido aún a financiar este proyecto, que el grupo SMES considera indispensable.