Vizcaya tendrá en Plentzia su primera residencia específica para discapacitados físicos graves

Vizcaya contará con su primera residencia específica para discapacitados físicos graves en Plentzia, en las instalaciones del actual sanatorio. La BBK, entidad propietaria del inmueble y que asumirá el coste de las obras (3,8 millones de euros), aprobará en su asamblea de mañana este proyecto, que tendrá la colaboración de la Diputación vizcaína. La institución foral se encargaría de la gestión y los gastos de mantenimiento. En Vizcaya hay ahora una veintena de centros destinados a discapacitados psíquicos, pero ninguno está dirigido sólo a los minusválidos graves.

La Coordinadora de Disminuidos Físicos de Vizcaya, que agrupa a un total de 16 asociaciones con casi 5.500 socios, ha demandado con insistencia en los últimos años la creación de un centro específico para este colectivo, junto a otras alternativas, como servicios de ayuda a domicilio o pisos tutelados. Aunque no existe un censo de estos discapacitados, según los datos de la coordinadora, al menos una veintena de personas con minusvalías severas están pendientes de disponer de un centro en la provincia y otros seis se encuentran en residencias repartidas fuera de Vizcaya: cuatro en Guadalajara, uno en Córdoba y otro en Leganés. 'Estos seis ya nos han dicho que si existe un centro en Vizcaya vendrían aquí', señala un miembro de la coordinadora.

Por ello, con el fin de no alejarse de su entorno vital, algunos discapacitados físicos ingresan en residencias de la tercera edad. A esta limitadísima oferta se unen las seis camas concertadas por la Diputación vizcaína en la clínica de San Juan Dios de Santurtzi, donde existe además lista de espera.

30 plazas residenciales

El proyecto en el sanatorio de Plentzia contempla una residencia con capacidad para 30 plazas fijas y otras cinco temporales para urgencias. La BBK y el Departamento de Acción Social de la Diputación vizcaína trabajan en colaboración para promover este centro. La caja de ahorros vizcaína se hará cargo de la mayor parte de las obras de rehabilitación e instalación del mobiliario, con un coste estimado de 3,8 millones de euros (más de 630 millones de pesetas). Por su parte, la institución foral asumiría la responsabilidad de la gestión de la residencia. Una vez que la asamblea de la BBK, que se celebra mañana, apruebe este proyecto -integrado en sus obras sociales- se concretará el convenio con la Diputación, que lo aprobará en un consejo de gobierno.

La Coordinadora vizcaína de Disminuidos Físicos, creada en 1979, ya ha planteado a la Diputación una propuesta de actuación para este colectivo, dada la existencia de 'una demanda real considerable a tener en cuenta para dar una solución rápida a las necesidades'. Entre las peticiones, se encuentra evitar la masificación y concentración de los discapacitados graves así como el desarraigo familiar.

En Vizcaya si existe una veintena de centros, entre los públicos y los concertados con asociaciones, de disminuidos psíquicos con cerca de 300 plazas. Además otro número parecido de personas se encuentra fuera del territorio en 37 plazas convenidas por la carencia de oferta en Vizcaya.

Según datos oficiales, el colectivo de discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales en el territorio vizcaíno ronda las 15.000 personas, aunque las que tienen mayores problemas -ingresados en residencias, centros de día o viviendas- se acercan al millar.

Las cerca de 70 asociaciones que trabajan con todos los tipos de discapacitados suelen recibir cerca de 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas) en ayudas anuales de la Diputación, destinadas fundamentalmente al mantenimiento de las plazas existentes en los centros de día y en los talleres ocupacionales.