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Amaral vende 50.000 copias de 'Estrella de mar' en tres semanas

Después de vender 90.000 copias de su segundo disco, Una pequeña parte del mundo, en medio de la crisis discográfica y realizando una música que se aleja de los patrones de lo comercial o convencional, el dúo Amaral ha logrado superarse. Estrella de mar, su tercer elepé, lleva tres semanas en las listas de discos más vendidos con 50.000 copias.

El álbum se ha grabado con músicos de sesión que han trabajado junto a leyendas como Mark Knopfler, Paul McCartney, Madonna, Mick Jagger, Travis o Massive Attack. No obstante, el producto final sigue conservando el sabor español que distingue la procedencia de sus autores, como expone Juan Aguirre, guitarrista de 33 años, nacido en San Sebastián: 'Ésa ha sido la intención. De hecho, a toda la gente inglesa que ha colaborado en el disco no les sonaba especialmente británico. Como mucho, a americano del sur, porque ellos no tienen mucha idea de qué es lo que se cuece por aquí. Nos decían que les sonábamos como el grupo de los sesenta Love'. Eva Amaral, cantante nacida en Zaragoza hace 25 años, está de acuerdo: 'Somos un grupo muy español. Los Love cantaban en inglés, pero también tenían un fraseo melódico muy hispano'.

Las mil y una influencias que se entrecruzan en el álbum tienen ciertas resonancias. Por ejemplo, el primer sencillo escogido, Sin ti no soy nada, remite, a niveles de composición y fraseo vocal, a la desaparecida Cecilia. La comparación halaga al dúo Amaral: 'Adoramos a Cecilia. En nuestro anterior disco ya grabamos una versión de Nada de nada. La verdad es que nos gustan hasta los aspectos musicales menos obvios de Cecilia, porque, por ejemplo, Mi gata Luna es casi psicodelia'. Eva afina, incluso, los parecidos: 'Ella, cantando, iba más a la expresión. En eso coincidimos, porque a mí me interesa más eso que hacer piruetas con la voz'.

Sonidos misteriosos

También los collages sonoros al estilo de los ochenta tienen cabida en este álbum. La canción Qué será se terminó justo en una época en la que ambos estaban todo el día oyendo el Sandinista de los Clash. Eva puntualiza que lo mejor de discos como ése o como el London calling es que cada canción conjuga ritmos distintos. 'Es como entrar en universos diferentes. Siempre hay un hilo conductor, pero hacen lo que les da la gana en cada tema'. Ésa es, precisamente la sensación que da Estrella de mar, cuyo cierre es una canción de ocho minutos, en la más pura línea de un hipnótico trip hop, titulada En un solo segundo: 'Ese tema empezó en el estudio con una guitarra acústica y la voz de Eva. La desarrollamos sin preocuparnos de la duración y al final la dejamos en ocho minutos. Esa canción evidencia que nos encantaría grabar con una orquesta sinfónica, aunque sin renunciar a las guitarras eléctricas. En este tema conseguimos ese ambiente de orquestación clásica con piano, cuerdas, vientos, flautas, etcétera. Todo ello combinado con programaciones, sonidos misteriosos y guitarras eléctricas'.

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