Otra levadura entra en el 'club' de los secuenciados
A veces el segundo puesto es casi tan importante como el primero o incluso realza el lustre de éste. Es el caso de la segunda levadura cuyo genoma ha sido completamente secuenciado, la Saccharomyces pombe. La información que proporcionan ahora sus genes, gracias a las comparaciones que podrán hacerse, enriquece las posibilidades científicas y experimentales del genoma de la Saccharomyces cerevisiae, que se completó en 1997.
Decenas de científicos, entre ellos tres grupos españoles (del CSIC, de la Universidad de Salamanca y de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla) han participado en este proyecto internacional de secuenciación de la S.pombe, liderado por el premio Nobel 2001 Paul Nurse (Imperial Cancer Research Fund, de Londres). La secuencia completa ha sido publicada en el último número de la revista Nature. El trabajo de secuenciación de este organismo comenzó en 1995 en el Instituto Sanger británico, con financiación de Wellcome Trust; ha contado con financiación de la Unión Europea y han participado en total 13 laboratorios.
Tres cromosomas
S.pombe tiene 4.824 genes agrupados en tres grandes cromosomas, a diferencia de S.Cerevisiae, que tiene 16 pequeños cromosomas (y mil genes más). Ambas levaduras son parientes lejanos, que se separaron evolutivamente hace aproximadamente mil millones de años. A pesar de las diferencias, 'lo que importa es lo que comparten', ha comentado Nurse. Él considera que comparando ambos genomas se averiguará qué partes exactamente son esenciales para la vida de las levaduras.
El equipo de Nurse ha empezado ya a explorar comparaciones genéticas entre S.pombe, S.cerevisiae y los otros cuatro organismos eucariotas cuyos genomas han sido secuenciados: el gusano Caenorhabditis elegans, la mosca del vinagre Drosophila, la planta Arabidopsis thaliana y el hombre (Homo sapiens). Así se han identificado ya 60 genes que son esenciales para la organización y división de las células eucariotas. Además, 172 genes de la levadura son similares a genes humanos implicados en enfermedades.
Pero el siguiente paso que los científicos quieren dar con toda la información del genoma entra de lleno en la proteómica, identificando las proteínas reguladas por los genes y analizando cómo interactúan, explica Nature.
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