El contraanálisis condena a Muehlegg

El contraanálisis de la muestra tomada por sorpresa a Johann Muehlegg el día 21 dio positivo por NESP, la misma sustancia que había aparecido en el primer control. Se evaporaba así la última esperanza, si es que quedaba alguna, de que la trampa del esquiador de fondo hubiera sido un mal sueño.

La tremenda historia vivida en Salt Lake debe continuar ahora, tras la pérdida de su medalla de oro en los 50 kilómetros y su expulsión de los Juegos Olímpicos por el COI, con la suspensión automática -de momento, cautelar- de dos años que la Federación Internacional de Esquí impondrá a Muehlegg y que sería perpetua si, a su vuelta a la actividad, diera otro positivo.

La sanción, contra la que podría recurrir en un plazo de 21 días, equivaldrá casi al finiquito en la carrera de quien, tras sus éxitos en los 30 kilómetros y la persecución sobre 20, había declarado que seguiría compitiendo para España, pero advirtiendo de que habría que renegociar las condiciones económicas. No en vano cumplirá 32 años el 8 de noviembre. La gallina de los huevos de oro se ha quedado clueca por tener la sangre oxigenada artificialmente y ha dejado desairada a demasiada gente. El daño que Muehlegg se ha hecho a sí mismo y al deporte español es incalculable.

Muehlegg parecía en la madrugada de ayer un detenido que se empezaba a derrumbar en el interrogatorio. Aún lo negaba todo, pero ya sin la firmeza del domingo. Daba la sensación de que, si se le apretaba, acabaría confesando su culpabilidad. Le pesaban ya hasta las dos medallas de oro que ha retenido porque no dio positivo en los controles pertinentes.

'Hay oscilaciones fisiológicas diarias y puede ocurrir que se dé positivo unas veces y otras no', puntualizó Patrick Schamasch, director médico del COI, para explicar que el fondista pudo doparse antes de los Juegos, pero muy al límite. 'Y no podemos hacer nada [privarle de las otras medallas] si no sale [el positivo en el momento oportuno], aunque no me haga feliz', añadió. 'Serán campeones técnicamente, pero no moralmente', había declarado ya el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, en referencia a Muehlegg y a las rusas sancionadas por el mismo motivo. El máximo responsable del deporte noruego, Bjoerge Stensbosis, incluso planteó ayer recurrir a los tribunales ordinarios para despojar de todos sus metales a los tramposos.

En definitiva, la oleada de desilusión ha empezado a ahogar a Muehlegg. Llegó a las cuatro de la tarde del lunes (hora local) al hotel Little America, el de la delegación española y casi todo el COI. Por la mañana le había pedido a Joaquín Agulla, el jefe de la misión española, poder ir también a recoger el resultado del contraanálisis, pero luego ni siquiera lo hizo. A las cinco estaba reunido en el comedor con Ángel Luis López de la Fuente, subdirector general de Deportes del CSD. Poco después hizo un aparte para hablar por teléfono con su hermano, Martin, que estaba en el aeropuerto. Se le veía tan solo que hasta daba lástima. Sin Martin, el ingeniero del clan, parece que no es casi nadie. Hacia las seis se fue a dar una vuelta y ya no regresó.

Juan Antonio Gómez Angulo, el secretario de Estado para el Deporte, y Víctor Sánchez, el secretario general del COE, los dos cargos más altos de los cinco directivos que permanecían en Salt Lake, fueron por el informe al hotel West Coast, el de la Comisión Médica. Eran casi las ocho y comunicaron por teléfono a Muehlegg la confirmación del positivo. Éste llegó anoche a Alemania, esquivó a los periodistas y se halla en paradero desconocido

Gómez Angulo no quiso en principio hacer declaraciones, a la espera de su comparecencia ante el Congreso, que quiere que sea lo más rápida posible. Simplemente, reiteró su malestar por el procedimiento seguido, que considera que dejó a Muehlegg en clara indefensión por su premura y sus formas.

'Ha sido una repetición del primer análisis, no un contraanálisis', afirmó; 'como ya expuse a la Comisión de Investigación, se tenía que haber hecho en otro laboratorio, con otro médico y otro sistema. Teníamos derecho a tener hasta tres expertos, pero en tan poco tiempo era imposible traerlos'. Sobre el mal que el caso ha hecho al deporte español no quiso decir nada.

Mientras tanto, en Madrid, la ministra de Eduación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, siguió calificando ayer, tras la confirmación de su positivo, como 'una circunstancia excepcional' lo ocurrido con Muehlegg, al que definió como 'un gran atleta' que ha ganado dos oros pasando los respectivos controles. Asimismo, negó que Gómez Angulo le hubiera presentado su dimisión -el que sí ha dimitido es Carlos Salvadores, director técnico de esquí alpino de la federación- y apuntó que su departamento aún no se ha planteado 'nada' sobre las ayudas públicas que recibe el esquiador. Sí se lo ha planteado, en cambio, la Comunidad de Murcia, en cuya federación está inscrito Muehlegg, que ha decidido retirarle los 9.000 euros anuales asignados. También Swix, su patrocinadora, le dejará sin los premios pactados.

Algunas de las reacciones más duras fueron las de tres componentes del equipo español, las esquiadoras María José Rienda, Ana Galindo y Carolina Ruiz. Rienda dijo que 'el caso no tiene vuelta de hoja porque el que da positivo sabe bien en lo que se mete'. Galindo dejó claro que Muehlegg 'ha hecho trampas'. Y Ruiz subrayó que le da ' tristeza' el que 'no todo el mundo juegue con las mismas armas'.