Vecinos de Orihuela protestan en el pleno por la corrupción política

El alcalde de Orihuela, José Manuel Medina, del PP, trató de impedir durante el pleno de ayer la protesta de unos 30 vecinos que acudieron al salón plenario con pancartas alusivas a la corrupción por los vertederos de Torremendo y La Murada. Tras suspender la sesión, Medina no obtuvo el respaldo de la oposición ni de algunos ediles de su partido, que aguardaron en el salón pese a que el primer edil exigió reiteradamente el desalojo. La sesión se retomó cuando la Policía Local requisó los panfletos.

El grupo de ciudadanos que desplegó escritos con alusiones críticas a la gestión del gobierno municipal procedía mayoritariamente de las pedanías de Torremendo y La Murada, donde se ubican dos vertederos que han generado gran descontento entre la vecindad. Estas expresiones reivindicativas no agradaron al alcalde que, visiblemente contrariado, canceló la sesión y abandonó la sala. A continuación ordenó el desalojo y dos agentes de la Policía Local decomisaron las pancartas del público que abarrotaba el recinto.

No obstante, a pesar de que su orden fue tajante, ningún concejal de la oposición lo secundó, e incluso varios ediles de su partido permanecieron en sus asientos, una situación que para Medina no implica ninguna lectura pero que ha desatado todo tipo de especulaciones en la oposición. 'Si se quedaron allí era para ver cómo evolucionaban los acontecimientos', sentenció Medina.

El PSPV contempló el supuesto desacato bajo otro prisma. Según su secretario local, Francisco García Ortuño, 'confirma la falta de autoridad del alcalde y su paulatino desprestigio porque ha ordenado el desalojo en tres ocasiones y no ha obtenido resultado'.

La reacción del regidor popular era previsible. En el último pleno del mes de enero, José Manuel Medina ya expulsó a varios vecinos y a un edil socialista por el mismo motivo, y advirtió, además, que en la próxima ocasión sería inflexible.