La policía investiga si un cadáver hallado en Salou es el de la niña Tamara
Tras un año de pesquisas sin resultados, el caso de Tamara Navas, la niña desaparecida en Salou (Tarragonès), está a punto de dar un giro inesperado, según los responsables de la investigación. La policía judicial de la Guardia Civil no descarta que el cadáver hallado el pasado jueves en un apartamento de Salou sea el de Tamara, de nueve años, que desapareció hace casi un año tras salir de su domicilio, en la misma población, según publicó ayer La Vanguardia. Los investigadores del instituto apuntan esta posibilidad tras haberse indicado en un principio que el cuerpo era el de una mujer de mediana edad.
Los datos que a partir del lunes aporten la autopsia y las muestras de ADN que han sido remitidas al Instituto Nacional de Toxicología podrían despejar las dudas que aún pesan sobre el caso: la identidad del cadáver y la causa de la muerte.
Los investigadores creen que el cuerpo lleva muerto más de seis meses, por el avanzado estado de descomposición en el que fue hallado, y relacionan el hecho con la circunstancia de que la única desaparición denunciada y no resuelta durante los últimos tiempos en la zona es la de Tamara.
El cadáver fue descubierto en el apartamento G-2 del edificio Córcega de la calle Major de Salou, un punto cercano al domicilio de la familia Navas. El hallazgo se produjo de forma accidental. Una cuadrilla de empleados de la empresa de construcción para la que trabaja el inquilino de la vivienda, Joan Miquel Cerrillo, encontró el cuerpo dentro de un saco de plástico encima de la cama cuando se disponía a efectuar una limpieza a fondo del piso.
Con esta actuación, el empresario, que pagaba el alquiler, pretendía solucionar las insistentes quejas y peticiones de los vecinos y la propietaria del piso por los malos olores y la acumulación de basura y suciedad. Cerrillo, un albañil que vivía solo en el apartamento desde que abandonó su pueblo natal, Deltebre, hace tres años, fue detenido el mismo jueves por la mañana por el posible conocimiento de la muerte y su presunta relación con la víctima, pero de momento no se le imputa ningún tipo de vinculación con la muerte. El caso está bajo secreto de sumario.
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