El cantante y guitarrista Manzanita se reconvierte en 'gitano cubano'

El cantante y guitarrista José Ortega Heredia, alias Manzanita, acaba de lograr uno de sus sueños: grabar un disco entero con repertorio y músicos cubanos. Gitano cubano (Warner Music) contiene una docena de sones, guarachas y boleros clásicos, reconstruidos con el equipo del productor Óscar Gómez, que también aporta dos temas propios.

Como les ocurre a muchos flamencos, Manzanita (Madrid, 1956) ni siquiera puede recordar cuándo comenzó su atracción por la música cubana: 'Yo crecí con la rumba catalana, en los tablaos se tocaban muchos sones y guarachas; hacíamos Sarandonga, pero ni siquiera sabíamos que era una composición de Compay Segundo. Lo cubano ya estaba, ya latía en los discos que hice para CBS, con David Thomas y Pepe Ébano, aunque uno era yanqui y el otro puertorriqueño. Luego, vinieron los LP de Fania, que nos enseñaron que aquello podía evolucionar hasta donde quisieras. Lo malo es que las discográficas no se atrevían a mezclar lo flamenco y lo cubano: les sonaba demasiado exótico. Hasta que Óscar Gómez, que vivió en Cuba hasta los 11 años, me convenció de que ya era hora y convenció a Warner'.

La pareja trabajó sobre docenas de temas históricos antes de decidirse por un repertorio donde dominan las composiciones de Miguel Matamoros. No hubo problemas en ensamblar a instrumentistas flamencos y antillanos, pero sí en cuestiones religiosas que Manzanita se toma muy en serio: 'Hay una canción, Veneración, donde se habla de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba. Como cristiano evángelico, yo creo que la Virgen María fue una mujer virtuosa, pero no puedo considerarla la madre de Dios. Pero recordé que soy un profesional y que no puedo rechazar una canción tan bonita; antes, cuando seguía las órdenes de los pastores, no me hubiera atrevido'.

Aparte de ese choque puntual, Manzanita descubrió afinidades espirituales entre gitanos y cubanos: 'Sus vivencias son muy parecidas a las de los gitanos de hace 20 o 30 años. Pasan muchas fatigas y puede que tengan que vivir lejos de su tierra, pero nunca renuncian a su identidad, son cubanos hasta en el Polo Norte. Además, la picardía de esas letras me recuerda a la guasa de los carnavales de Cádiz'. No todo es fiesta. Gitano cubano se cierra con una habanera amarga, Tiempo: 'Sé que ha habido artistas importantísimos que querían grabarla, pero al final no se atrevieron. Yo me río de las imposiciones de la imagen, no me importa reconocer mi edad y explicar lo que puede ocurrirte si te enamoras de una persona joven'.

Musicalmente, productor y cantante descubrieron que el cajón, el ventilador y otros elementos característicos de la rumba gitana encajaban perfectamente en los esquemas cubanos. Según Gómez, 'Manzanita sonea de locura, sabe improvisar como un cubano. Lo decían también los invitados habaneros, Lucrecia y David Montes. Vinieron luego Raimundo Amador y Lolita, que también gozaron de lo lindo'.

'Es inevitable', explica Manzanita: 'Esta música te carga las pilas'.

Lo extraordinario es que Manzanita nunca ha pisado Cuba. 'No te creas que no lo deseo. Pero mi amigo Moncho, el de los boleros, me dijo que allí, aunque te dan mucho cariño, no se cobra. Y yo no me quiero arriesgar a que me veten los de Miami; esperaré a que se vaya 'el barbas'.