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El fútbol argentino se tiñe de sangre

Un hincha de 14 años, tercera víctima de las batallas en los estadios del pasado fin de semana

Sebastián, tenía 14 años. Era hincha de Estudiantes de La Plata y pagó por ello. Ayer falleció de traumatismo craneal como consecuencia de las graves heridas de la paliza que sufrió el domingo al término del derby platense entre Estudiantes y Gimnasia. Es la tercera víctima del sangriento fin de semana futbolístico argentino, que, una vez más ha reabierto el debate nunca resuelto sobre la violencia en el deporte rey. 'El fin de semana próximo debe ser el comienzo de una solución o habrá que pensar en la finalización de los torneos', advirtió el secretario de Seguridad, Juan José Alvarez. El Torneo Clausura (Liga) hace escasas tres semanas que ha comenzado.

Miembros de la barra brava de Gimnasia acorralaron a Sebastián en un cruce altamente peligroso los días de fútbol y de negra historia, donde en los últimos tres años perdieron la vida otros dos seguidores de Estudiantes. La violencia también golpeó con fuerza en Avellaneda, donde se celebró el clásico entre Racing e Independiente. Bandas armadas que respondían a las barras bravas de ambos equipos se enfrentaron a tiros antes del partido. Las balas acabaron con Gustavo Rivero, de 22 años, hincha de Estudiantes, y causaron 16 heridos. La Policía detuvo a 23 seguidores, aparentemente ninguno implicado en la muerte de Rivero.

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La tercera víctima se produjo el sábado, al morir de un balazo un hincha de Acassuso en el partido de tercera división contra Midland, en el campo de Justo José de Urquiza, en la provincia de Buenos Aires. Barras bravas de ambos equipos se enzarzaron en una pelea feroz.

El miércoles, tres días después de la batalla campal, los poderes públicos dieron la primera muestra de alarma ante la nueva ola de violencia. El Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires ordenó, de común acuerdo con la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), la suspensión del partido que debía jugarse entre Rosario Central y Racing en el campo del primero. Informes policiales alertaron de una supuesta venganza que pensaban llevar a cabo hinchas de Estudiantes en dicho partido. Algunas fuentes mencionaron, incluso, una barra de los camioneros, fiel al caudillo sindical de la CGT disidente Hugo Moyano. En Avellaneda, el miedo a venganzas es de tal calibre que la directiva de Racing ha suspendido hasta nuevo aviso las colonias infantiles que tiene el club para los hijos de los socios.

La Secretaría de Seguridad Interior de la provincia de Buenos Aires, a cargo del comisario Álvarez, ha mantenido reuniones con representantes de la Secretaría de Deportes, Policía Federal y Bonaerense, y de la AFA. De momento se ha decidido no programar más de un partido de máxima rivalidad por jornada, y tramitar los informes policiales sobre la seguridad del pasado fin de semana para que el Tribunal de Disciplina de la AFA considere si corresponde sancionar a los clubes involucrados.

En el Congreso, concentrado en el debate sobre la grave crisis económica y social argentina, también se habló de fútbol. La Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados plantea incorporar al Código Penal los delitos cometidos en espectáculos deportivos para endurecer las penas. 'Hay que hacer algo, porque en estos momentos el grado de indefensión es alarmante', dijo el presidente de la Comisión de Deportes, el histórico ex futbolista Antonio Rattin.

Otra de las propuestas que barajan los responsables de seguridad es que ninguno de los equipos de Avellaneda y de La Plata jueguen en su cancha en horario nocturno.

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