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Las denuncias de agresiones sexuales crecieron un 20% en 2001

El centro de atención a víctimas alerta ante la violencia intrafamiliar

Los casos de violencia sexual registrados en 2001 crecieron un 20% respecto al año anterior, según anunció ayer el centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales (Cavas), a partir de las denuncias recogidas por esta entidad. Su presidenta, Encarna Hernández, alertó del aumento de casos de abusos sexuales perpetrados por familiares y de violaciones a hombres. También destacó que sólo se conoce una pequeña proporción de las agresiones, y animó a denunciar siempre los hechos.

La presidenta de Cavas, Encarna Hernández, destacó ayer que a lo largo del año pasado en la asociación se recibieron 65 denuncias de personas que se acercaron para recibir asistencia social, psicológica y jurídica después de haber sido víctimas de una agresión sexual. De ellas, 10 fueron presentadas por hombres, 25 estaban relacionadas con abusos de menores y las 30 restantes fueron agresiones contra mujeres.

Hernández subrayó el incremento de casos en los que las víctimas son hombres -10 frente a las tres de 2000-, y comentó que se trata, en su mayoría, de ataques de una pareja o tres hombres que abordan a un joven en un coche y se dirigen a un descampado donde consuman la agresión. Hernández consideró que quizás exista 'una menor vergüenza' a la hora de denunciar estas violaciones a hombres, lo que ha supuesto el aumento de acusaciones.

La responsable de la entidad también se detuvo en el incremento de abusos a menores que han pasado de 15 en el año 2000 a un total de 25 en 2001. La 'inmensa mayoría' de estos casos se producen dentro del ámbito familiar por parte de padres, compañeros sentimentales de las madres, familiares directos como tíos o incluso profesores, según Hernández. En estas situaciones son los padres, profesores o pediatras quienes suelen advertir que los menores están sufriendo algún tipo de situación anormal.

Los casos recogidos por esta entidad son sólo una muestra de las agresiones, ya que la organización contabiliza aquellas que llegan a sus manos.

Hernández comentó que el aumento de delitos puede ser un síntoma de que cada vez hay menos reticencia a hacer públicas las agresiones. Sin embargo, la presidenta de la asociación destacó que los datos que se conocen son sólo una mínima parte de los ataques que se sufren. Y es que se presentan pocas denuncias debido a que muchas veces ello 'supone más problemas que el abuso propio en sí'. Otros motivos por los que se denuncia una 'proporción pequeña' de abusos sexuales es el miedo de los abogados o psicólogos a no tener pruebas, el desconocimiento de la víctima, no saber a dónde acudir o el miedo a enfrentarse a la publicidad que se da en los medios de comunicación. En todo caso, Hernández animó a denunciar, ya que presentar la acusación 'siempre supone una liberación'.

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Otro de los aspectos a los que se refirió la responsable de Cavas fue el incremento de 'denuncias falsas' por parte de menores En la mayor parte de estos casos, se trata de niños cuyos padres se encuentran inmersos en un proceso de separación, por lo que suelen ser manipulados por alguna de las partes de forma que el testimonio de haber sufrido agresiones por parte de uno de sus progenitores sirva como elemento de presión ante el juez para lograr la tulela.

Doble victimización

La presidenta de Cavas apeló ayer a reducir el proceso de instrucción previo del juicio por violación y sobre todo, acortar los interrogatorios a los que se ven sometidas las víctimas, ya que producen una 'victimización doble'. Encarna Hernández dijo que primero hay un interrogatorio de la policía, otro frente al juez y el fiscal, y los abogados de la defensa, además de una exploración médica, otra de un psicólogo de la seguridad social, un segundo privado y finalmente una del psicólogo forense. En total, hasta siete interrogatorios 'sólo en el proceso de instrucción'. La responsable de la entidad pidió que la investigación dure un máximo de dos meses y que el juicio oral pueda celebrarse al tercer mes para ahorrar más sufrimiento a las víctimas.

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