Ibáñez: 'Una salida para la crisis del cómic son los videojuegos'
'El ordenador... ¡qué horror!' es la última aventura de Mortadelo y Filemón. Los incombustibles detectives de Francisco Ibáñez se estrenan con el cómic electrónico
'Pues les aseguro que yo era un tipo la mar de feliz. Aposentaba mis glúteos en el taburete, arrimaba el costillar al tablero y ¡hala, a producir historietas como churros!'. Pero un día el ordenador se instaló en las casas, e incluso invadió la mesa del dibujante Francisco Ibáñez. Y de ahí entró 'a formar parte integrante de la institución más poderosa, importante, vital y omnipotente del país... ¡Je! ¡LA T.I.A.'!.
Así arranca El ordenador...¡qué horror!, la última aventura de Mortadelo y Filemón, una experiencia autobiográfica de Francisco Ibáñez. Escrita con papel y lápiz, claro. Eso seguro que no se le cuelga. Ibáñez (Barcelona, 1936) ha desterrado el ordenador. Muerto y apaleado, deja que sobreviva en algún rincón de la casa.
El catalán está escarmentado. 'El ordenador... ¡qué horror! es una historia verídica, real como la vida misma. Lo probé, pero el cacharro siempre quiere saber más que tú. Empiezan a salir letreritos: tiene que borrar, yo borro. Otro letrerito, ¿está seguro que quiere borrar?, pues claro que estoy seguro pues me ha salido mal. Los iconos desaparecieron y encima el trasto me decía que tenía que entrar en el disco duro. Sólo había una ranura y yo no cabía. Total que no me aclaré. El día que un ordenador me proporcione un tema o sea capaz de hacerme un dibujito, me pondré inmediatamente a trabajar con él'.
Se ríe mucho. Pero está convencido. Es un negado completo. 'Con lo bonito que es navegar y ¿me tengo que meter en una pantalla?'. Ibáñez lleva conviviendo con los incombustibles Mortadelo y Filemón más de media vida.
Los dos detectives nacieron de su mano en las páginas de Pulgarcito, en enero de 1958, dispuestos a resolver cualquier caso que se les pusiera por delante. Los creó entonces y ahora realiza seis aventuras completas al año.
Rociíto contra Mortadelo
Ibáñez sigue adelante, pese a ser consciente de la crisis que vive el cómic. 'En otra época bajabas por La Rambla de Barcelona y los quioscos estaban llenos de colecciones de tebeos: el Capitán Trueno, el Capitán Tormenta, el Capitán Relámpago... todos los fenómenos atmosféricos estaban en forma de capitán. Ahora pasas por el mismo sitio y están la capitana Rociíto, la Obregón... Afortunadamente, Mortadelo y Filemón sobreviven entre todas estas capitanas y se lo pasan la mar de bien'.
Ante las dificultades del cómic, Ibáñez sí está dispuesto a aceptar la pantalla del ordenador. Las aventuras gráficas de Mortadelo y Filemón tienen muy buena acogida. 'Una salida para el cómic son los videjuegos. Antes de que muera un género, es mejor que continúe en el soporte pantalla. Tienen una ventaja sobre la vulgar película de dibujos animados. En la película, al crío le salen telarañas. Con estos jueguecitos, el chico interviene, se le plantean problemas y estimula la imaginación'. Ibáñez, por primera vez, deja de reír y se pone muy serio. Acepta el problema: 'Sencillamente los chicos ya no quieren leer'.
15.000 agentes de la T.I.A.
Mortadelo y Filemón están en Internet. Pero no de cualquier manera. Juegos, disfraces, publicación de las tiras más cómicas, venta electrónica... son algunos de los atractivos de su web oficial, de la editora del Grupo Zeta Ediciones B. Dos años, mucho humor, y toneladas de colores han dado para mucho. Mortadelo y Filemón reciben 3.000 visitas diarias en su cuartel general en la red. El club de la T.I.A. (Técnicos de Investigación Aeroterráquea) ha registrado un total de 15.000 agentes. Ahora los agentes de tebeo protagonizan uno de los primeros cómics electrónicos en español. Los internautas pueden descargarse de Internet álbumes de Ibáñez a un precio de 2,5 euros. El catalógo completo incluye 10 títulos. Las entregas más recientes, como El Euro o El ordenador... ¡qué horror! cuestan cinco euros. El internauta también tiene acceso a nuevos títulos que aún no han salido en papel, como la nueva aventura Los Okupas, que saldrá a la luz en su versión en papel en el mes de abril.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.