Ortega toma posesión de su cargo en Turismo sin despachar ni intercambiar datos con su antecesor

El secretario general del Partido Andalucista, Antonio Ortega, tomó ayer por posesión como consejero de Turismo y Deportes de la Junta sin que su antecesor en el cargo y compañero de partido, José Antonio Hurtado, acudiera al acto ya que como admitió él mismo no fue invitado. El propio Ortega echó sobre las espaldas del partido que dirige toda la responsabilidad, al asegurar que no se le había avisado 'oportunamente' por algún 'fallo de protocolo' del PA. Ortega, que el lunes acudió a su despacho, no ha intercambiado con su antecesor ni un sólo cruce de información sobre turismo.

José Hurtado, que por la mañana estaba en Utrera (Sevilla), no se enteró de la toma de posesión de su sucesor, a la que no fue invitado, hasta pocos minutos antes y de forma casual en una conversación telefónica con un miembro de la consejería. Tras comprobar de nuevo que no le había llegado invitación, avisó a Antonio Ortega de los motivos de su ausencia. Según dijo Hurtado a EL PAÍS, hubiera asistido en caso de ser invitado precisamente 'para evitar falsas interpretaciones'. El secretario general del PA aseguró que a su predecesor de le había avisado tarde, por un 'error' de protocolo, cuando ya le era imposible asistir, y 'mandó recado para disculparse'.

La interpretación de los 'errores' de ayer, sin embargo, fue muy distinta: se leyó como un desaire. Aún más, después de la forma en que Ortega ha consumado la operación del traspaso.El secretario general jugó con el factor sorpresa para realizar una operación de cambio que venía rumiando desde el mes de septiembre. Las encuestas sobre su grado de conocimiento no eran buenas y tampoco el porcentaje de los electores que saben que el Partido Andalucista participa en la gestión de la Junta. El secretario general consideró que debía actuar rápido y sin dar tiempo a un reacción adversa.

Nadie, salvo sus más estrechos colaboradores conocían sus intenciones y no fue hasta el miércoles de la semana pasada que se lo comunicó al presidente del partido, Alejandro Rojas-Marcos, familia a la que pertenece políticamente el consejero saliente. Las conversaciones duraron hasta la madrugada del jueves y ese mismo día Ortega llamó a capítulo a Hurtado. Se quedó helado. El viernes el ex consejero recogió sus cosas, se despidió de sus colaboradores y se marchó de la sede de Torretriana. A última hora de la tarde, telefoneó al consejero de Gobernación, Alfonso Perales y le pidió que le retirara la escolta.

El nuevo consejero visitó el lunes por la mañana la sede de la Consejería de Turismo y departió con los trabajadores. Como primer gesto, confirmó a la jefa de gabinete, Pilar González, y el secretario general técnico, Rafael Rodríguez de León. Con quien no se ha entrevistado ni siquiera para intercambiar la preceptiva entrega de papeles ha sido con el propio Hurtado. Aunque Ortega asegura que las relaciones con su antecesor no se han resentido del fulminante cese orgánico, la única que conversación entre ambos se produjo el día del relevo.

El Parlamento andaluz comunicó ayer la suspensión de la comisión de Turismo que se iba a celebrar hoy y en la que el consejero saliente tenía previsto explicar la posición de Andalucía en la Feria Internacional de Turismo, que tantas críticas levantó en Málaga.

Por otra parte, el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, el socialista Luciano Alonso, mostró ayer su deseo de que la sustitución del hasta ahora consejero de Turismo, José Hurtado (PA), por el también andalucista Antonio Ortega 'no responda sólamente una estrategia electoral de lanzamiento de un candidato' con vistas a las elecciones autonómicas y que sea 'una estrategia de mejora' del turismo y el deporte para Andalucía. 'Ha sido él [Ortega] el que ha dicho eso de una estregia electoral y yo creo que va a hacer un magnífico trabajo, aunque ahora no hay motivos para valorarlo', indicó, informa Efe.