Las bolsas olvidan la crisis

Los deseos de una pronta recuperación de la economía han dado un pequeño impulso a las bolsas, de la mano de Wall Street, pero los inversores continúan apreciando demasiadas incertidumbres, sobre todo en lo referente a las prácticas contables de las empresas estadounidenses.

Esta semana ha resultado positiva para los mercados de valores, que se dejaron llevar por la tendencia impuesta en la Bolsa estadounidense. En aquel mercado se valora muy positivamente cualquier dato que apunte, aunque sea de lejos, hacia una posible salida de la crisis.

Esta manera de ver las cosas ha llevado al índice Dow Jones a superar el nivel de los 10.000 puntos, con una subida del 3,9% en sólo cinco sesiones, y ha conseguido relegar a un segundo plano el problema de las prácticas contables de muchas empresas estadounidenses.

Algunos observadores opinan que una contabilidad menos creativa llevaría el PER, relación entre el precio de la acción y los beneficios, del conjunto de la Bolsa de Nueva York desde 28 hasta 45 veces, lo que equivaldría a admitir que el mercado está fuertemente sobrevalorado.

El empuje del mercado estadounidense se ha impuesto a cualquier otra cuestión entre los inversores europeos, que se dejaron llevar por la inercia y lograron un precario equilibrio entre papel y dinero.

El Ibex 35 sube en la semana el 1,16%, y el índice general de Madrid, el 1,21%, pero ambos cierran por debajo de los 8.000 y los 800 puntos, respectivamente, unos niveles que a fuerza de ser superados en uno y otro sentido terminarán por convertirse en una simple puerta hacia ningún sitio.

Los inversores españoles continúan pendientes de la crisis argentina, pero con menos preocupación que en las semanas anteriores debido a la consolidación de precios por parte de los grandes valores en unos niveles que ya son una referencia familiar. Pero, si la crisis argentina deja de ser una preocupación cotidiana, la situación interna amenaza con tomar la alternativa, sobre todo después de que la AEB, Asociación Española de Banca, rebajara la previsión de crecimiento del PIB para este año al 1,8%, desde el 2,4% estimado por el Gobierno.

Esta estimación, sin carácter oficial, se une a los recortes anunciados en Alemania y Francia y pone el acento en los posibles plazos para el inicio de la recuperación, que han sido el argumento base para provocar una fuerte subida de Wall Street.

El principal indicador de aquella Bolsa llegó a anular las pérdidas anuales durante algunos momentos en la jornada del jueves, cuando superó los 10.021 puntos, lo que equivalía a admitir que la crisis económica no sólo habría tocado fondo, sino que el inicio de la recuperación estaba a la vuelta de la esquina, algo que parecen desmentir los últimos datos conocidos a uno y otro lado del Atlántico.