'Los libros que se venden bien se consideran basura literaria'
Susanna Tamaro (Trieste, 1957), la escritora que batió todos los récords italianos (más de siete millones de ejemplares vendidos en todo el mundo) con su libro Donde el corazón te lleve, de 1994, vuelve a saborear el éxito con Respóndeme, su última novela (editada en España por Seix Barral). Atrás quedan años de calvario, perseguida por la prensa y vapuleada por la crítica, que no dudó en crucificarla, acusándola de ser una escritora sin valor literario. 'Los libros que se venden mucho son considerados automáticamente basura literaria', dice con amargura. Tamaro, que vive en una granja en la Umbria (Italia central) desde 1989, recibió a EL PAÍS en su pequeño apartamento de Roma. Una casa mínima, austera como una celda monacal, en la que se aloja cuando viene a la capital, un par de veces al mes. La fundación de beneficencia que acaba de crear absorbe la mayor parte de las energías de la Tamaro, que, tras una docena de libros, ha decidido dejar de escribir. 'Me tomo un año sabático. No quiero escribir más, de momento. Pienso viajar, recorrer Europa con mi caravana', dice. Antes, debe terminar el guión de Respóndeme, que será una película próximamente.
Pregunta. Usted vive en el campo, en una granja bucólica, pero su libro Respóndeme es un relato sumamente cruel. ¿No le parece extraño viviendo en ese paraíso?
Respuesta. Quizás sea precisamente por eso. Porque viviendo lejos del horror, en un mundo más equilibrado, se perciben mejor esas situaciones. Con el silencio del campo se filtra mejor todo eso. De todos modos, la naturaleza es cruel, no es ese paraíso que dicen los ecologistas, es un gran interrogante sobre el mal, una lucha continua, un continuo atropello.
P. Entonces, ¿le ha inspirado la naturaleza?
R. Bueno. Veo la televisión, leo los periódicos, no estoy aislada del mundo. Veo el mal, es una capacidad mía, por desgracia. El bien existe, claro, pero es muy frágil, el mal es la respuesta más fácil.
P. En los tres relatos que integran Respóndeme, los personajes son seres frágiles, niños, y mujeres un poco cómplices, un poco víctimas. El último de los tres aborda un problema que en España preocupa mucho, el de los malos tratos dentro de la pareja.
R. El tercer relato está inspirado en un suceso real. Me afectó mucho, porque era una pareja que se quería, pero ella empezó a interesarse por otras cosas y él no pudo soportar que fuera feliz fuera de su relación, y la mató. No era un hombre malo. Lo hizo en un momento de locura. El caso me hizo reflexionar sobre lo fácil que puede ser matar a alguien. En un rapto de locura, en un momento de ofuscación. Los seres humanos somos tan frágiles. Es verdaderamente terrible.
P. Hay quien dice que Respóndeme representa un regreso al estilo de su libro Para una voz sola, que fue muy celebrado.
R. No, en absoluto. Mi literatura es una literatura de la crueldad, y siempre ha sido así. Puede variar el estilo en función del tema que se trata. Donde el corazón te lleve es también una historia cruel. Sólo que está relatada por una mujer burguesa que vive en un determinado ambiente y el relato se adaptaba a esa circunstancia, pero no deja de ser un libro sobre la crueldad. Es una crueldad burguesa, más educada.
P. ¿Hasta qué punto el éxito descomunal de Donde el corazón te lleve ha sido también problemático para su carrera?
R. Bueno, antes que nada me proporcionó una satisfacción enorme, por haber podido llegar a tantas personas. Algunos de mis lectores, que me han abordado por la calle, eran gente muy sencilla, que no había leído nunca un libro. Es emocionante. Pero desde el punto de vista literario es un castigo, porque los críticos piensan que si has vendido tantos ejemplares es que no eres un buen escritor. Yo he escrito 12 libros que se han traducido a 40 idiomas, pero no me tienen en cuenta. Creo, sin embargo, que la riqueza de un libro está en ofrecer diversos niveles de lectura.
P. ¿No le parece que hay un problema de moda también? Su libro Tobías y el ángel puede resultar un poco chocante en estos tiempos.
R. Es un relato en el que se habla a los niños de la muerte, lo cual me parece importante. La muerte es el verdadero tabú de nuestra sociedad, pero sin aceptar la muerte no se puede vivir una vida plena.
P. Ya, pero el ángel..
R. Es un modo de decir que hay algo más, que hay un misterio, algo que los humanos no somos capaces de definir. Mi familia no era nada religiosa, era muy laica, nadie me habló del ángel de la guarda. Pero siento que hay algo inexplicable. A fin de cuentas, la fe es la aceptación del misterio.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.