El Parlamento ruso pide a Putin que restablezca la pena de muerte
El presidente se queda solo en su oposición a la pena capital
La Duma Estatal de Rusia (Cámara baja del Parlamento) pidió ayer al presidente, Vladímir Putin, que restablezca la pena de muerte, que actualmente está congelada, pero no abolida, en Rusia. Con un total de 266 votos a favor y 85 en contra, la Duma aprobó ayer un llamamiento al líder ruso, en el que le pide que aplace la ratificación del protocolo número 6 de la Convención Europea de Derechos Humanos, el cual obliga a abolir la pena capital en tiempo de paz.
Rusia se comprometió a renunciar a la pena de muerte en 1997, cuando ingresó en el Consejo de Europa, y desde entonces no ha ejecutado a nadie. Más aún, los tribunales no condenan a la pena de muerte desde una decisión del Tribunal Constitucional que exigió la introducción de los juicios con jurado para la aplicación de tal medida. Los juicios con jurado entrarán en vigor en el año 2003, en el marco de la reforma judicial que está en marcha en Rusia.
A tenor del texto aprobado ayer, la Duma considera 'prematura' la ratificación del mencionado protocolo europeo y cree que debe existir un periodo de transición durante el cual Rusia debe mantener la pena de muerte. Como alegato a favor de la medida, los diputados mencionaron algunos horrendos crímenes que han sucedido últimamente, entre ellos el asesinato de dos jóvenes de buena familia (el nieto de un alto ejecutivo de la primera empresa petrolera de Rusia y la hija del director de un instituto de sociología), que no sólo ha conmovido a la élite empresarial, sino también a la intelectualidad de Moscú. Otro crimen espectacular ha sido cometido por dos desertores que dejaron un rastro de nueve muertos en una espectacular huida.
Desde principios de enero, en la región de Moscú se han cometido 160 asesinatos, y en la capital misma, 130 asesinatos, según dijo el diputado Arkadi Baskaiev, el autor del llamamiento aprobado ayer. Sin embargo, el diputado Alexandr Baránnikov, del grupo liberal Unión de Fuerzas de Derechas, objetó que, según las estadísticas, el número de asesinatos en Rusia antes de que se congelara la aplicación de la pena de muerte era incluso superior a después de su congelación.
El presidente Putin ha manifestado reiteradamente que se opone a la pena de muerte, pero la mayoría de diputados, incluida buena parte de los legisladores pertenecientes a grupos parlamentarios propresidenciales y los comunistas, están a favor de la pena capital y se resisten a apoyar a Putin, que no encuentra mayoría en la sociedad. Numerosos intelectuales rusos han defendido también públicamente la pena de muerte.
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