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Los análisis en la cámara sepulcral de Peal ofrecen datos sobre la dieta de los íberos

Los arqueólogos desvelan las primeras pruebas de un asesinato ritual

Ginés Donaire

La intervención llevada a cabo por técnicos del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica en la cámara sepulcral de Hornos de Peal, en el municipio de Peal de Becerro (Jaén), ha sacado a la luz los primeros datos que se tienen sobre la dieta alimenticia de los íberos del Alto Guadalquivir, en el siglo VI a. C. Al mismo tiempo, la investigación dirigida por los profesores Arturo Ruiz y Manuel Molinos ha permitido constatar la existencia de rituales de enterramiento que incluían sacrificios humanos.

El hipogeo (cámara sepulcral) de Hornos de Peal fue descubierto en octubre de 2000 tras las protestas de los vecinos que temían un posible expolio en esta zona, distante unos dos kilómetros de la necrópolis de Toya.

Las excavaciones, cuyos resultados fueron dados a conocer ayer, han permitido sacar a la luz un túmulo funerario excavado en la roca natural, un hipogeo con forma de tambor circular. En su cúspide se levantó un altar de forma cuadrada donde se colocó una gran pira funeraria con madera de pino y lentisco como combustible fundamental. En la pira se colocaron los cadáveres de un hombre de unos 30 años y de una mujer más joven. Ésta última, según el profesor Manuel Molinos, habría sido objeto de un ritual de sacrificio humano 'para acompañar a su marido en el más allá', una idea dominante en las sociedades de los Príncipes Ibéricos del Mediterráneo.

De las analíticas paleoambientales y los análisis químicos practicados a los huesos no quemados y a las cenizas encontradas en las urnas, se ha desprendido que la alimentación de ambos, sobre todo la del hombre, era bastante pobre en carne y en vitaminas y estaba basada en lo vegetal. El director del Centro Andaluz de Arqueología, Arturo Ruiz, destacó ayer el 'salto enorme' que se ha dado en la investigación de la cultura íbera al tratarse de las primeras noticias que se tienen acerca de la dieta y las técnicas de enterramiento.

Cultura pretende integrar ahora las dos cámaras descubiertas en Peal de Becerro en un proyecto museístico abierto que formará parte del circuito Viaje al tiempo de los íberos.

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