Madridejos, hito principal de cálculos

La geodesia es la técnica empleada para la medición terrestre. En un principio tuvo un alcance estrictamente nacional. La localidad de Madridejos, 70 kilómetros al sureste de Toledo, fue elegida en el año 1858 para hacer los cálculos de los cuales surgió la red geodésica española, que hoy consta de 10.940 hitos. Los hitos, llamados vértices geodésicos, son puntos del paisaje monumentados para señalar latitudes, longitudes y altitudes.

En 1970, la antigua red geodésica española había perdido las tres cuartas partes de sus viejos hitos. Desde entonces se ha reconstruido una red nueva.

La Base de Madridejos fue elegida en el siglo XIX por su centralidad, sus condiciones de estabilidad geológica y llaneza espacial, cualidades aptas para las mediciones óptimas, según explica el cartógrafo Adolfo Dalda Mourón, aragonés de 60 años. En primer lugar se trazó una línea de 14 kilómetros, medida con una regla metálica de unos cuatro metros de longitud, contrastada en la capital francesa, París, para la medición expresa de esa base.

Entre sus extremos había dos puntos intermedios, que la partían en tres tramos alineados. Ese lado fue la base central fundamental, conjugada con otras medidas periféricas, para todas las mediciones cartográficas españolas de escala y para el cálculo de distancias, que se obtenían por referencia a aquélla por triangulación. La posibilidad de medir los ángulos permitía averiguar distancias. Y sobre la base de la localidad de Madridejos se trazó la malla que compuso la red geodésica, sobre la que se apoyó entonces la formación de toda clase de cartografías para todo tipo de escalas en el conjunto de España. Las mediciones se hacen hoy con distanciómetros de rayos láser, incluso con rayos infrarrojos de alta precisión.